Furia

2020-09-24 06:00:00

La palabra inglesa rage es un sustantivo que tiene varias traducciones al español: rabia, ira, furia, exabrupto, rabieta… El diccionario de la Real Academia Española (RAE) dice que furia tiene las siguientes acepciones: “ira exaltada; acceso de demencia; persona muy irritada y colérica; violencia o agresividad; velocidad y vehemencia con que se ejecuta algo” (todas ellas aplicables a la personalidad de Trump). Por eso considero que el vocablo furia es el más adecuado para traducir el título de la obra más reciente del periodista Bob Woodward. En libro en español saldrá hasta noviembre; habrá que esperar cómo lo titula el editor. El título viene de una frase de Trump de 2016: “Yo hago que la gente saque su furia”. 

Junto con Carl Bernstein, ambos periodistas develaron el famoso escándalo de Watergate, que obligó a Nixon a dimitir de su cargo como presidente de los Estados Unidos de América, y que sirvió de argumento para la película Todos los hombres del presidente (1975), con Robert Redford (personifica a Woodward) y Dustin Hoffman (Bernstein). 

El año pasado publicó su primer libro sobre Trump (ha escrito otros sobre varios presidentes), al que tituló Miedo (Fear), donde describe a Trump como “un líder emocionalmente abrumado, voluble e impredecible que ha originado una crisis gubernamental y un colapso nervioso en el poder ejecutivo del país más poderoso del mundo”. En una entrevista donde promocionaba este libro, le pidieron que hiciera un comentario que resumiera el contenido de la obra; Woodward respondió: “Esperemos en Dios que no tengamos crisis”. Esto fue antes que apareciera la pandemia del coronavirus. Trump no aceptó a darle alguna entrevista. 

En cambio, para Furia, Trump y el periodista tuvieron 18 entrevistas. Esto sorprendió a propios y a extraños. Fue obvio que no le gustó cómo fue retratado en el primer libro y ahora deseaba exponer sus propios argumentos; aunque estaba consciente de que el autor no sería benévolo con él. Así, el libro se puede dividir en dos partes: en la primera reconstruye conversaciones entre varios funcionaros de la administración Trump y la segunda parte se construye a partir de las entrevistas con el primer mandatario. 

Lo más relevante y polémico que el texto revela es que, desde enero de este año, Trump estaba informado de la letalidad del virus Covid-19; que entendió las razones de los asesores científicos, sus análisis y predicciones, pero que prefirió informar al público que todo estaba bien; que el virus pronto se desvanecería; a no usar cubrebocas (incluso se burlaba de su contrincante Joe Biden porque lo usaba). Dice que no quería crear un caos entre el público. 

Los detractores del periodista lo critican porque, cuando se enteró de esta información, no hizo públicas las entrevistas y no previno a los estadounidenses de los riesgos que vendrían con la pandemia, y se esperó hasta que saliera publicado el libro. Aunque, en su descargo, Woodward alega que, conociendo los enredos y sinrazones de Trump, no dio mucho crédito a sus dichos en torno a la contingencia sanitaria que se avecinaba. En Estados Unidos se culpa a Trump por el número de muertos por la pandemia. 

Mientas leía con interés el libro no pude dejar de pensar en la situación similar que ocurre en México en torno a la pandemia, la situación económica y la inseguridad pública. En el “Epílogo”, Woodward manifiesta una conclusión contundente: “Cuando se analiza el desempeño en su totalidad como presidente, sólo puedo llegar a una conclusión: Trump es el hombre equivocado para el cargo”. 

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