Entregan a�Enrique Serna el�Bellas Artes

2020-10-25 22:08:57

(Obra.�Es reconocido por su libro �El vendedor de silencio�. Foto: Especial)

Por su obra El vendedor de silencio, el narrador y ensayista Enrique Serna recibió vía streaming el diploma del Premio Bellas Artes Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2019 otorgado por la Secretaría de Cultura del gobierno federal, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), y la Sociedad Alfonsina Internacional (SIA). 

Por esta ocasión, en el marco de la campaña Contigo en la Distancia, el INBAL entrega el galardón en forma virtual. 

Tras agradecer a Enrique Serna la generosidad y el diálogo con el cual ha nutrido las letras mexicanas, la directora general del INBAL, Lucina Jiménez López, afirmó que es uno de los escritores probablemente más leídos en este tiempo latinoamericano; “se nutre de la investigación, transita del guionismo a la narrativa, del cuento a la creación de biografías, pero también al cine”. 

En la ceremonia virtual resaltó que “para la Secretaría de Cultura y el INBAL es un gusto, un placer y un compromiso impulsar este premio junto con la Sociedad Alfonsina Internacional”, a la que expresó su reconocimiento por dar continuidad a este galardón que a lo largo de la historia ha reconocido la obra de escritores importantes, como Juan Rulfo, Elena Garro, Rosario Castellanos, Amparo Dávila, Sergio Pitol o Carlos Fuentes. 

Al referirse a El vendedor de silencio, mencionó que en este libro el autor “permite el reconocimiento de un mundo periodístico que asoma todos los relieves, las contradicciones, las circunstancias, los contextos en los cuales un México moderno, contemporáneo, se dirime entre los procesos de democracia, de libertad de expresión, pero al mismo tiempo de creación literaria”. 

En su intervención, Enrique Serna dedicó este galardón a Edmundo Valadés, al reflexionar respecto al papel de los editores, personajes imprescindibles en la literatura. 

Al compartir la relevancia del periodista y cuentista Edmundo Valadés para su trayectoria literaria, recordó que a los 23 años envió a la revista El Cuento (dirigida por el propio Valadés) un texto titulado Cartas a Eufemia, el cual en un principio el editor sonorense dijo publicaría, sin embargo, después de tres números no había rastro de él. Tras enviar una carta a su director, éste rectificaba su opinión sobre Cartas a Eufemia y le declaró que aún le faltaba mucha destreza narrativa. 

“Paradójicamente, mi mejor editor es el que no me publicó, pues gracias a él entendí que me faltaban horas de vuelo para merecer las letras de molde. Al recibir el Premio Villaurrutia por El vendedor de silencio quiero dedicarlo a la memoria de don Edmundo Valadés, porque gracias a su oportuno coscorrón llegué a desarrollar la autocrítica severa que me ha permitido escribir novelas como ésta”, agregó. 

Al destacar el papel imprescindible del editor, refirió que es un aliado crítico del escritor, pues “no se limita a publicar o rechazar sus obras. A veces puede aconsejarle modificaciones, podas de elementos superfluos, o la rescritura de párrafos enteros”. 

“Cualquier escritor con experiencia sabe que vale la pena escuchar a los editores, pues su opinión equivale a la reacción del público en el ensayo general de una puesta en escena”, puntualizó el autor de Uno soñaba que era rey, Señorita México, Amores de segunda mano y El seductor de la patria, entre otros títulos.  

Enrique Serna estudió Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha sido colaborador de Confabulario, Crítica, La Jornada Semanal, Letras Libres y Sábado; además de publicar más de 15 obras, entre novelas, ensayos, cuentos y una crónica, algunas de ellas traducidas a otros idiomas. 

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