De vacunas y�clases

2020-12-08 06:00:00

Será hasta marzo de 2022 cuando la población en México terminará de estar vacunada. Así es como presumió el canciller Marcelo Ebrard al presidente en la presentación del plan nacional de vacunación contra el Covid-19. Cerró el anuncio con una frase lacónica y temeraria: “Misión cumplida”. 

Ha sido un año precario. Suena hasta dantesco que el último de los vacunados en nuestro país cuente con el antídoto hasta dentro de 15 meses. 

La esperanza de volver rápido a un mundo normal, al menos en México, se fue al barranco. 

Es el síndrome del ahogado. Parecía que con el nuevo anuncio el optimismo también podía inocularse, pero nada más lejos de la realidad. La pandemia durará todavía el doble de tiempo de lo que ya la hemos vivido. 

La FDA ya autorizó la aplicación del medicamento de Pfizer, con lo que el plan de vacunación contra el Covid-19 ya comenzó. Aún la Cofepris debe autorizarla y, tras ello, iniciará con la inoculación a 125 mil miembros del sector médico en la Ciudad de México y en Coahuila. 

El gobierno de México anunció ayer que se planea el acceso a un millón de dosis mensuales entre enero y marzo de 2021. Una vez vacunado todo el personal de salud que está atendiendo la crisis, le seguirán los grupos prioritarios por edad. 

Esto deja fuera de la vacunación, al menos durante los primeros meses, a la gran mayoría de maestros en Jalisco. 

Esto es pertinente porque el gobernador Enrique Alfaro anunció la semana pasada el regreso a clases presenciales para el 25 de enero de 2021, si la Mesa de Salud lo autoriza dos semanas antes. Además dijo que en Jalisco los profesores serían la prioridad –juntos con los médicos–. 

Jalisco se encuentra en la peor situación desde que inició la epidemia (con más casos activos que nunca, con más muertos y contagios en promedio diariamente) y a pesar de ello también autorizaron la última reapertura de una actividad no esencial: antros, bares y cantinas. Con eso en mente… no creo que nada detenga el regreso a las aulas. 

¿El gobierno del estado asume el riesgo de regresar a mil 15 docentes, directores y supervisores que en Jalisco superan los 65 años? No. De nuevo, la visión de Alfaro es que es responsabilidad de ellos y su entorno. Eso, sin contar al resto de profesores y alumnos con hipertensión, diabetes, obesidad o cáncer. Y a sus familias. 

El escenario al que se van a enfrentar 77 mil docentes, 11 mil directivos, 960 supervisores y 87 jefes de sector es que no serán vacunados como había anticipado el gobernador, de manera demagógica, porque la vacunación es responsabilidad federal y tras escuchar el plan de ayer, no parece que vayan a tener margen de maniobra. Primero los médicos. 

Si regresan a clases presenciales en Jalisco, los maestros atenderán cotidianamente en promedio a 18 alumnos en el nivel preescolar, 22.5 por académico en primaria y 23.9 en secundaria (de acuerdo con números del Instituto de Información Estadística y Geográfica). Sin embargo, el titular de la Secretaría de Educación Jalisco ha reconocido que en escuelas del Área Metropolitana de Guadalajara hay salones hasta con 45 alumnos. 

Con tales números, las aulas se están preparando para ser bombas de contagio por Covid-19. 

Poco se habla del posible contagio de los menores y sus familias ante el hecho de movilizar a un millón 715 mil alumnos para las clases presenciales. El sentido común dicta que tendremos repuntes devastadores de contagios, hospitalizaciones y fallecidos. 

Para la del estribo hay un halo de esperanza. El plan nacional de vacunación sólo considera el antídoto de Pfizer y no cuenta todavía con la aprobación de otras 10 vacunas que se encuentran en fase 3 de desarrollo. 

Twitter: @cabanillas75

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