Nueva ola, otras recomendaciones

2021-07-15 06:00:00

Con un abrazo de despedida para El Guaymas, alias Mario Álvaro Cartagena López 

 

Esta semana se ha reconocido oficialmente que en México ya nos encontramos en la tercera ola de la pandemia de Covid-19. La evidencia es el incremento de los contagios entre los jóvenes, si bien, hasta el momento, dicen, los efectos están siendo menores. Como sea, igual que ante la primera y segunda olas, además del llamado a la vacunación, las recomendaciones que hacen las autoridades siguen siendo las mismas: quedarse en casa, mantener la sana distancia, usar el cubrebocas y el gel antibacterial. 

En esta ocasión, y para hacer un contraste, voy a referirme a otras recomendaciones, que, desde otros conocimientos y saberes curativos y preventivos, se están haciendo a través de las redes sociales. Todas ellas están al alcance de todos. No son onerosas y sólo necesitan de nuestra propia decisión para cambiar algunos hábitos nocivos que el sistema nos ha impuesto como normales. 

¿Qué hay que hacer? Dejar de comer comida chatarra y tomar refrescos, porque destruyen nuestras defensas. Insistir en que la eficacia de nuestro sistema inmunológico depende del estado de nuestra flora intestinal y, por lo tanto, de la calidad de lo que comemos. De ahí la importancia de comer frutas y verduras crudas, locales y de temporada, de beber aguas frescas. Esta es una manera de fortalecer nuestras reservas minerales necesarias para la inmunidad. 

También se afirma que un ayuno intermitente controlado fortalece el sistema inmunológico en tan sólo tres días; que una correcta respiración tiene la capacidad de reducir niveles altos en producción de cortisol, hormona reguladora del estrés. No todos podemos ir a la playa para darnos un baño de mar, pero todos sí podemos hacer duchas frías. Ambas contribuyen al incremento del nivel de algunos linfocitos T, importantes para nuestro sistema inmune. 

Importa saber que plantas como la equinácea, el astrágalo, el saúco, el liquen de Islandia, la artemisa, entre otras, en concentraciones correctas, aumentan las defensas inmunes. También se dice de la eficacia de aceites esenciales antivirales como los de carvacrol, mentol y eugenol. Además de la vitamina C, es importante la vitamina D y minerales como el zinc, selenio, magnesio. La exposición al sol es gratuita y hay que hacerlo regularmente para mejorar la eficiencia de estos aceites y vitaminas. Del propóleo se destaca su potencia antiviral, bactericida y fungicida. 

Por supuesto, se coincide en que las actividades deportivas activan las hormonas y fortalecen nuestros pulmones. Pero también es importante la calidad de nuestros pensamientos y de la conexión entre mente y cuerpo. A diferencia del aislamiento y la desconfianza que enferman, el amor y la compañía curan, igual que caminar o estar en la naturaleza. Se insiste en saber que el miedo es inmunosupresor, que genera enfermedad, debilidad, ansiedad, sufrimiento. El agua es vida, cierto, pero lo es más si cambiamos el agua embotellada y producimos en casa agua alcalina para uso diario. No necesitamos ninguna tecnología. Hay varios métodos caseros para alcalinizarla. Y con ella mantendremos nuestro cuerpo bien hidratado y reforzado nuestro sistema inmunológico. 

Como vemos, la lucha contra la pandemia no se reduce al uso del cubrebocas, al gel antibacterial y a seguir encerrados y asustados. Estas son otras maneras de prevenir los contagios y así evitar la saturación hospitalaria y aligerar la carga de los trabajadores de la salud. 

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