Crecimiento basado en�retos

El cambio es inevitable, pero el progreso depende de cada uno en lo individual y en lo colectivo. Las personas podemos cambiar para bien y también para mal. La escuela como la familia debe ser un ambiente de aprendizaje y de superación que lleve a un cambio en crecimiento.  

En la educación es importante hacer evidente que el crecimiento es una responsabilidad personal y también comunitaria. La manera de provocar el crecimiento es con base en adquirir retos y desafíos colectivos que se van logrando, venciendo y que para hacerlo hay que desarrollar diferentes conocimientos, habilidades mentales y destrezas neuropsicomotoras para conseguir descubrir talentos que nos hagan competitivos.  

Los retos se vencen con una visión del objetivo, una disciplina y una constancia para trabajar con firmeza hasta conseguirlo. La ambición y la pasión son características de quienes vencen retos porque los llevan a siempre querer hacer las cosas mejor y en la primera ocasión, lo que se traduce en excelencia.  

Las personas que logran un crecimiento son personas que entienden los principios, que son buenas personas, honorables y humanos. Alguien puede lograr un triunfo momentáneamente, pero obtener el éxito permanente nunca llegará con trampas o malas acciones, pues tarde o temprano habrá un desmoronamiento; al conseguir un reto debe estar implícito el hacerlo con valores y principios.  

Los retos implican trabajar en equipo de manera colaborativa para tener grupos multidisciplinarios y entonces generar un liderazgo natural entre los miembros. El verdadero líder es el que hace crecer a los colaboradores de su equipo, manipulándolos positivamente y orientándolo hacia la meta. El coraje o la valentía deben estar presentes para vencer el miedo al fracaso y mantener el rumbo en el trabajo propuesto con iniciativa. La planeación, la estrategia y la estructura para tener un plan de trabajo de la operación, una línea de tiempo, un plan. Dominar los conocimientos previos para adquirir talento. El crecimiento implica la honestidad para ser uno mismo porque nadie es mejor que uno mismo cuando se es auténtico.  

Concentración en la meta y subir el nivel de exigencia de los buenos hábitos. Las últimas tendencias en la educación se definen en el trabajo a base de retos y el dominio de las multidisciplinas implícitas. La educación y la formación humana que requiere el actual mundo debe provocar la creatividad, la innovación, el emprendimiento, el manejo de la ciencia y la tecnología, la aceptación de la multiculturalidad y la diversidad de pensamiento con una gran carga de un dominio de las emociones para poder trabajar en comunidad.  

Padres y maestros somos responsables de ir presentando retos a nuestros hijos y a nuestros educandos de acuerdo a sus edades. Los desafíos y las ganas de descubrir son la gran forma de mantener motivados y con ganas de aprender a una generación que ya tiene el conocimiento a su alcance a través de los diferentes medios digitales. Aprender por el simple hecho de tener que aprender ha dejado de ser interesante. Desafiar, retar y poner a prueba en base a la competencia es sin duda la mejor metodología tras una larga pandemia donde la autogestión aceleró la evolución de los jóvenes nacidos en el actual siglo en su proceso de aprendizaje. 

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