El regreso de Dante Delgado a la dirigencia nacional de Movimiento Ciudadano, desde diciembre de 2021, ha evidenciado dos cosas: el distanciamiento entre el dueño de la franquicia y algunos actores claves para este partido como Enrique Alfaro, Clemente Castañeda y Luis Donaldo Colosio; y la injerencia directa del senador de Morena Ricardo Monreal en las decisiones de MC a nivel nacional.
A estas alturas del juego para nadie es un secreto que Monreal construye su propia vía rumbo a 2024 cada vez más lejos de Morena porque sabe, de antemano, que en el partido del presidente su proyecto difícilmente tendrá cabida. Monreal ha desafiado en muchas ocasiones a López Obrador y ha sido señalado por las huestes morenistas en la Ciudad de México de ser uno de los artífices de la derrota electoral en un buen número de alcaldías de la capital en la elección de 2021.
Pero más allá de los motivos de su distanciamiento con AMLO y con la propia jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, es claro que Monreal ha encontrado en Dante Delgado un aliado político y un cómplice, no sólo dentro del Senado, sino también en el tablero político nacional, particularmente en algunos estados; lo que devela a Monreal como un político muy hábil que ha sabido utilizar a Dante Delgado y otras figuras de MC para promover y coordinar acuerdos con la oposición.
Las muestras de lealtad y trabajo en equipo entre estos dos personajes han sido cada vez más frecuentes y expuestas a la opinión pública. El 28 de diciembre, José Manuel del Río Virgen, ex secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado y muy cercano colaborador de Ricardo Monreal, fue vinculado a proceso por su presunta participación en el homicidio del ex candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Cazones, en el estado de Veracruz. Monreal y Dante Delgado cerraron filas y calificaron la detención y el encarcelamiento de Del Río como una respuesta política del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac Salinas, militante de Morena, pero perteneciente a un grupo político diferente al de Monreal.
En la elección de 2021 para la gubernatura de Zacatecas, el partido Movimiento Ciudadano no logró el número suficiente de votos para mantener el registro en la entidad, gracias, en buena medida, a la designación de una candidata sin arraigo y a la ausencia del partido naranja en la campaña electoral. El candidato triunfador fue el morenista David Monreal Ávila, hermano de Ricardo.
En noviembre pasado, Ángel Ávila, del PRD, y el diputado capitalino Royfid Torres, coordinador de MC en el Cámara de Diputados de la Ciudad de México, presentaron denuncias contra la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, por la entrega de tarjetas de apoyos del programa Mi Beca para Empezar, por un supuesto interés electoral. Royfid es cercano a Alejandra Barrales, ex candidata del PRD en la Ciudad de México, y de Miguel Ángel Mancera, ex jefe de Gobierno de la capital hasta marzo de 2018, ambos adversarios directos de Sheinbaum.
José Luis Pech, senador por Morena y cercanísimo de Monreal, renunció a su militancia y se registró como candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Quintana Roo, en reemplazo del impresentable Roberto Palazuelos. Antier mismo, Saúl Monreal, alcalde de Fresnillo, Zacatecas, y hermano de Ricardo, se reunió con los presidentes municipales de Guadalajara y Zapopan, Jesús Pablo Lemus Navarro y Juan José Frangie, quienes ganaron sus respectivas elecciones bajo las siglas de MC.
Así las cosas, parece que la reconfiguración de grupos dentro de MC tiene dos objetivos muy claros: posicionar a Dante Delgado como líder nacional de un partido que podría ser el fiel de la balanza en 2024 y consolidar a Ricardo Monreal como una figura determinante en la elección presidencial. De entrada, Ricardo Monreal funge ya como el otro líder moral de MC.
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