Trabajar en equipo

2022-06-08 06:00:00

Históricamente los triunfos en el deporte mexicano han sido en la modalidad individual.

Lo hemos visto en Juegos Olímpicos, en el deporte amateur y en el deporte profesional.

Box, clavados, esgrima, halterofilia, atletismo de pista, maratón, caminata, taekwondo y más recientemente en automovilismo, golf y tenis son buenos ejemplos.

En el deporte olímpico, sólo en deportes de conjunto como la equitación, el basquetbol y el futbol han tenido UN SOLO LOGRO.

Pero ¿Por qué? Lamentablemente dentro de nuestro comportamiento nos cuesta compartir el éxito, en los deportes de conjunto siempre existe la estrellita o el lángaro, y no nos permitimos disfrutarlo entre todos los miembros de un equipo.

Pero este arraigo viene desde casa, ya que las instrucciones de parte de los padres son totalmente individualistas.

“Usted puede solo” “¿No crees en tu capacidad?”, “no necesitas ayuda” y una serie de frases hechas que sólo promueven el individualismo y no permiten la generación de la cultura en el trabajo en equipo.

Eso también se permea en la parte empresarial y en el ejercicio político, en donde los partidos no se unen para logar un objetivo, al revés, se dividen porque cada quien quiere llevar agua a su molino.

Pero regresemos al deporte, ¿Cómo se explican la salida del legendario Leo Beenhakker del América, cuando era la mejor versión de las Águilas en muchas décadas?

¿Por qué la Selección Mexicana de futbol, basquetbol y voleibol obtienen muy pobres resultados?

¿Por qué tiene que venir un extranjero a dirigir los representativos nacionales del equipo que me digan?

Porque la envidia, el ego y el egoísmo son los principales enemigos de los deportistas mexicanos cuando empiezan a destacar.

Lo mismo ocurre con el país, nos dedicamos a atacar, a descalificar y desaprobar lo hecho por los dirigentes y pocas veces he visto un respaldo de los diferentes sectores.

Pero pongamos el mismo escenario en el deporte, leo, veo y escucho críticas en los diferentes medios de comunicación, de especialistas en la materia descalificando la labor de Martino al frente del Tri, pero a nadie he leído o escuchado aportar ideas, dar consejos, proponer soluciones, sin confundir. No debemos ponernos a echar porras.

Pero eso ocurre porque quien pueda tener buenas soluciones deduce que entonces el que debería estar sentado en el banquillo de la Selección Nacional debería ser él y no el entrenador en turno.

Lamentablemente el síndrome de cangrejos tan pregonado por Hugo Sánchez sigue estando presente, y él lo sigue aplicando, pues es uno de los más severos críticos del trabajo en el representativo nacional, sin aportar ninguna idea propositiva, pues él piensa que merece ser el técnico.

Otros deportes como el voleibol, por citar otra disciplina sufren de lo mismo, con una plaga de amiguismo en los puestos directivos y con una soberbia insoportable de su presidente Jesús Perales, que sólo retrocede lo avanzado en Río 2016.

Algo que debemos aprender de brasileños y argentinos es su cultura hacia el trabajo en equipo de muchos deportes, no solo el futbol, basta con mencionar hockey sobre pasto, voleibol rugby y basquetbol.

Ellos mismos son sus principales promotores para que jugadores profesionales, independientemente del deporte que se trate, estén en las mejores ligas del mundo.

Todos deseamos que nuestros representantes deportivos tengan las mejores actuaciones, pero muchas veces en lo que nos toca hacer, no respondemos y es en saber trabajar en equipo en familia, en la casa, en la empresa y en lo más visible en el deporte de conjunto.

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