El gobierno de López Obrador será recordado como uno de los peores en términos económicos. Su desempeño será incluso tan malo como el peor de los sexenios que ha tenido el país, del presidente Miguel de la Madrid.
Es cierto que De la Madrid (1982-1988) fue peor en otros aspectos. Por ejemplo, en el tema inflacionario. Mientras que la inflación que estamos sufriendo ha llegado a 8 por ciento, en aquel sexenio alcanzó la cifra más alta en la historia de la nación: 180 por ciento en febrero del 1988.
Un desastre.
El desempeño lo medimos por el crecimiento económico, que fue raquítico en ese sexenio, apenas con 0.35 por ciento en promedio por año. Un sexenio perdido.
Si consideramos que la población crecía todos los años 2 por ciento, eso significa que la economía crecía mucho menos de lo que crecíamos los mexicanos. En concusión, terminamos el sexenio siendo en promedio mucho más pobres.
Cada año del sexenio de De la Madrid los mexicanos nos empobrecimos 1.65 por ciento en promedio.
Por supuesto, ahora tenemos la pandemia de 2020 como principal causa de este pobre desempeño, pero no olvidemos que antes de la pandemia ya venía sin crecer la economía y que gracias a las equivocadas políticas públicas del presidente y su 4T el rebote económico fue mucho más débil.
En concusión, México es hoy una economía que todavía se encuentra por debajo de su nivel prepandemia en varios aspectos, pero definitivamente por debajo de su nivel preAMLO en muchos aspectos, incluyendo el nivel de la actividad económica.
Por eso la inflación nos pega más y por eso es por lo que repuntan el número de las personas que deciden irse del país para buscar trabajo en Estados Unidos. Porque este país se ha estancado y no crece ni genera más riqueza
¡Pero es que llegó la pandemia! Justifican los aplaudidores de la 4T. Pero la pandemia golpeó a todo el mundo y resulta que, en América Latina, entre países de nivel de desarrollo similar, México es el colero en recuperación.
Una mala economía con una débil recuperación y entrando a un proceso inflacionario internacional. Pues ahí lo tiene: la receta perfecta para empobrecer más rápidamente al mexicano.
Es triste, porque mucha gente esperaba mucho de este cambio de gobierno. A cuatro años ya nos podemos dar por enterados de que no habrá cambio sustantivo en nada de lo que buscábamos los mexicanos en esas elecciones de 2018.
No hubo combate a la corrupción; no hubo un mejor uso del presupuesto y del gasto público; se ha dejado sin dinero a importantes áreas de la administración pública, mientras que se ha dilapidado como nunca el dinero público en proyectos inútiles y que significarán una pérdida todavía mayor de la riqueza nacional.
Increíble que un presidente sin resultados, solo lleno de excusas y pretextos, siga fascinando a grandes proporciones de los mexicanos.
Ahora y hasta 2024 ya no les importará otra cosa que no sea convencerlo a usted de que vuelva a votar por ellos. “Para consolidad la cuarta transformación”.
¡Hágame usted el favor!
*Economista, profesor en la UP en Guadalajara
Twitter: @Israel_Macias
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