Ya no hay profes

2022-10-10 06:00:00

La UNESCO ha realizado un llamado de alerta a nivel mundial ante la escasez de docentes.

Cada vez es más difícil encontrar jóvenes que quieran ser maestros o maestras y más difícil encontrar maestros que tengan una sólida preparación académica, bilingües, con dominio de la pedagogía y la didáctica, con vocación docente y especialmente que sean buenas personas capaces de formar grandes seres humanos con amplia capacidad productiva.

Retener buenos maestros o encontrar nuevo talento es una tarea titánica. Las Normales de maestros en México no están respondiendo a las grandes necesidades que se tiene de egresar profes con un amplio manejo de la ciencia, la tecnología, la creatividad, la innovación, el emprendimiento y certificados en inglés que el mundo demanda.

La UNESCO afirma que para cubrir la educación básica universal en ocho años se necesitan 69 millones de profesores, que es una de las metas propuestas de 2030. Será imposible cumplirla. El problema no está únicamente en África, donde está la mayor necesidad de maestros, sino en México, en la ZMG.

En nuestra comunidad no hay buena formación de docentes, no hay capacitación adecuada y pertinente; las condiciones de trabajo, prestaciones y salarios son bajos. Tranquilamente un trabajador técnico básico puede ganar más que un maestro. Un jardinero o una trabajadora de intendencia perciben más que un auxiliar de preescolar, por ejemplo. Los maestros de escuelas particulares tienen salarios más bajos que los de escuelas oficiales y menos prestaciones debido que en México los empresarios de la educación no reciben apoyos del gobierno para su nómina, como sí ocurre en otros países. Una universidad de prestigio paga alrededor de 200 pesos la hora clase y en la calle, en media hora te lavan el auto pagando 100 pesos. Así de dramático es el panorama.

Demagogia decir que el maestro es el centro de la lucha por el derecho a una educación inclusiva y de calidad. Ser maestro en México ha dejado de ser un honor, pues se ha perdido el respeto a su persona no únicamente por alumnos, sino hasta por los mismos padres de familia. Si a ello le agregamos que las condiciones de trabajo son deplorables, la falta de aulas adecuadas, la ausencia de equipo y herramientas básicas como Internet y plataformas hacen indeseable ser profe y no se diga si el centro de trabajo está en las periferias de la ciudades o en zonas rurales donde ser maestra o maestro se vuelve peligroso por los caminos que hay que recorrer.

La crisis se empieza a agudizar y esto es grave, porque el ADN del ser humano para convertirse en la especie viva más poderosa es transmitir el conocimiento de generación en generación. La solución a tan grave problema de falta de maestros es darle prioridad a sus sueldos, salarios, prestaciones, condiciones laborales para volver atractiva la tarea más bella del mundo: educar a los niños y jóvenes, y además la más importante por lo que se debiera exigir a cambio que el maestro fuera la persona más preparada y buena de la sociedad.

JB

 
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