Disminuye IQ tras la pandemia

2022-10-25 06:50:53

El IQ o coeficiente intelectual es un test que ayuda a evaluar algunas áreas del pensamiento humano basado en habilidades matemáticas, razonamiento, lógica; por lo tanto, no es considerado un valor absoluto de medición de la inteligencia. El promedio de las personas que se evalúan alcanza una escala de 100; quienes lo rebasan, se dice, tienen una inteligencia superior al promedio y, contrariamente, un bajo desempeño.

En realidad, el IQ es un estimado de la facilidad para aprender y de la madurez de acuerdo a la edad, pero no por ello significa que un ser es tonto si su IQ es bajo. Además, no mide habilidades, destrezas, hábitos, virtudes, empeño y mucho menos condiciones de vida, por lo que tampoco puede ser un predictor de éxito o fracaso.

Durante décadas se dio el efecto Flynn que describe un aumento del IQ en las generaciones y que, sin embargo, se ha invertido la tendencia, especialmente durante la pandemia. Son diversos los factores que han generado dichos cambios por décadas: climáticos, alimenticios, formas sociales y familiares, la tecnología, las modificaciones a los sistemas educativos.

Hace 50 años las formas de estudiar y trabajar eran totalmente distintas a lo que ha ocurrido en la última década, por ejemplo, con el surgimiento de las computadoras, el Internet, la inteligencia artificial. La explicación entonces de la disminución del IQ puede ser que el test hoy resulte limitado a la medición de memoria, razonamiento verbal y matemático, así como al uso del lenguaje.

También el resultado se ve afectado porque nuestro cerebro hoy se enfoca a otro tipo de inteligencia en su tarea de supervivencia. El cerebro desarrolla de diferente manera cuando se somete a ciertas tareas continuas.

Cuando un estudiante como el de hoy, que durante la pandemia tuvo la fortuna de interactuar con sus maestros y compañeros de manera digital, virtual y a distancia, desarrolló la orientación espacial, la memoria gráfica y la planeación estratégica, ello provocó mayor actividad en el hipocampo derecho, corteza prefrontal derecha y el cerebelo.

Lo interesante aquí no es el IQ en un test que posiblemente requiera actualizarse, sino la importancia que en nuestros hijos y estudiantes debemos estimular las diferentes habilidades mentales para ser funcionales y productivos en la actual sociedad.

Interactuar intencionalmente en las relaciones interfamiliares y en grupos sociales mediante incremento de tiempo destinado al deporte, arte y recreación. Promover la lectura y su análisis. Buenos hábitos alimenticios y de descanso. Tareas en el hogar de limpieza y mantenimiento y estimular la concentración y el enfoque en objetivos a mediano y largo plazo. Promover el emprendimiento, la innovación y la creatividad. Transformación de emociones en acciones productivas y no destructivas, una adecuada educación en el amor y la sexualidad.

Si bien es cierto que las pantallas han alterado el desarrollo cerebral, también lo han estimulado en otras áreas por lo que toca entonces a los educadores no olvidarnos de promover un aprendizaje integral y una educación holística.

JB

 
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