La 4T ya no importa

2023-01-16 06:00:00

El 2023 empezó con la sombra de una posible recesión en Estados Unidos que golpearía al único motor que tiene prendida la economía mexicana: el sector exportador y el turismo, mientras que el mercado interno luce estancado, con una inversión pública en niveles históricamente bajos, un consumo con un desempeño modesto y una inversión todavía a 10 por ciento debajo de como estaba en diciembre de 2018.

Sectores manufactureros, agroindustriales, turísticos y todo lo que tenga un vínculo al exterior han tenido un mucho mejor desempeño que el resto de la economía. De ahí que los estados con una economía mucho más volcada hacia afuera, como Nuevo León, Chihuahua, Coahuila o Baja California, tengan un crecimiento económico mayor al nacional.

El norte y su corredor crecen y funcionan solos mientras que en el sureste no pasa nada.

De ahí se explican los buenos números en creación de empleos formales en Jalisco, entidad que logró el primer puesto, con casi 83 mil nuevos trabajos. Esos empleos representarían la mejor cifra en lo que va del gobierno de Enrique Alfaro, pero aún se queda por debajo de las logradas en el sexenio anterior.

En concreto tenemos un escenario nacional que luce complicado para los estados que sí están creciendo y que podrían significar que la economía mexicana terminara estancada con un crecimiento de 0 en 2023 si la recesión se presenta en EU.

Si la recesión es profunda, entonces malos meses nos esperan al apagarse la única fuente de crecimiento que tenemos prendida. Si la recesión es leve significará una baja en la actividad económica, pero no una tragedia. Un menor ritmo de expansión que seguro se traducirá en menores ventas y menor número de turistas, pero igual estaremos saliendo adelante como estado.

Si la recesión es moderada entonces la economía mexicana estaría creciendo entre 0 y 1 por ciento. Menos de la mitad de lo que creció en 2022 y apenas una tercera parte de lo que espera Hacienda que crezca este año.

Lo importante a resaltar es que cada vez es menos importante lo que haga o deje de hacer la administración del presidente López Obrador. El papel del gobierno en el dinamismo económico nacional se ha vuelto casi irrelevante. Por supuesto que ha logrado con sus malas políticas cancelar oportunidades económicas importantes que hubieran significado un crecimiento mucho mayor, pero al haberlas trabado lo que le quedó al país es moverse económicamente cada región con sus propias capacidades.

Así tenemos a los estados industriosos sacando provecho de los mercados y oportunidades mientras que el sureste espera a ver si le escurre algo del gasto que se hace en la refinería o en el trenecito maya.

Los desatinos de la administración de AMLO, cada vez más cerca del final, se vuelven menos relevantes para la suerte económica de la parte que sí funciona de México. Hoy bien podemos afirmar que lo que definirá la suerte de Jalisco, Guanajuato o Querétaro no será lo que haga o deje de hacer la 4T, sino qué tan mala o no sea la recesión en Estados Unidos.

Así la realidad actual de una región que crece a pesar de su gobierno.

Twitter: @Israel_Macias

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