La estrategia McKinsey en el INE

2023-03-09 06:00:00

James Oscar McKinsey fue un profesor de contabilidad de la Universidad de Chicago. Su éxito para diseñar métodos y técnicas científicas para analizar las administraciones de empresas y de oficinas de gobierno lo llevó a crear McKinsey & Compañía, una firma consultora estratégica global que se focaliza en resolver problemas administrativos de empresas privadas e instituciones públicas. La firma cuenta con más de 30 mil empleados en oficinas instaladas en todo el mundo, incluyendo en México.

McKinsey constituyó la firma en 1926 con la intención de ofrecer servicios profesionales a corporaciones, gobiernos y otras organizaciones con la idea de enfocarse principalmente en las finanzas y operaciones de sus clientes. Desde entonces, la firma se erigió como una de las consultoras más importantes de Estados Unidos y del mundo. Debido a su filosofía empresarial y su orientación a resolver los grandes problemas de la sociedad, la firma atrajo la atención de jóvenes entusiastas recién egresados de las universidades que se incorporaron con apasionamiento.

Sin embargo, a lo largo de los años su filosofía y principios éticos se desdibujaron, de tal suerte que la firma se ha visto envuelta en escándalos en todo el mundo. Los periodistas del New York Times Walt Bogdanich y Michael Forsythe se dieron a la tarea de investigar la firma y los resultados los publicaron en el libro La consultora. Cómo McKinsey dirige el mundo (Península, 2022) La dificultad para que los autores dieran con la información fue mayor dado que la cultura de la secrecía entre sus consultores (y de los que ya no lo son) es férrea, pero lograron recabar información por donde dejaron huellas indelebles.

Después de décadas de profesionalismo y prestigio, la firma cambió sus principios y encaminó sus esfuerzos y talento a la búsqueda de maximizar ganancias para sus clientes. Para lograrlo, la recomendación principal fue la reducción de la planta laboral y fusionar tareas. Así pasó en Disneyland: se ahorraron millones de pesos en despidos, pero ocurrieron varios accidentes mortales por falta de mantenimiento y porque destinaron personas no calificadas en juegos mecánicos. Para Disney fue un serio revés, pero no cambió las recomendaciones de la firma.

Lo mismo pasó con la fundidora U. S. Steel con la misma intención de reducir los costos de mantenimiento de una empresa fundada en 1906, ya con instalaciones y equipo gastados y obsoletos. Las “mejoras” incluían el despido de gran parte de la planta laboral o de personal colocado en labores no especializadas. Como resultado, ocurrieron varios accidentes fatales (el propio Bogdanich presenció de primera mano un accidente en ese mismo lugar donde trabajaron su padre y su hermano).

El desengaño que han sufrido algunos jóvenes que ingresaron con ilusiones a la firma fue que, a pesar de los buenos sueldos y empuje para sus futuras carreras profesionales, debido a que entre los clientes de la firma estaban empresas de dudosa calidad moral (Enron, entre ellas) y gobiernos de países considerados autoritarios y violadores de derechos humanos (China, Rusia, entre otros). Además, han sido los principales promotores del offshoring y el outsoursing.

Después de conocer la estrategia McKinsey es imposible no reflexionar que, a pesar de ser una técnica muy neoliberal, las autoridades de la 4T la han aplicando en varias empresas gubernamentales (Metro, sector salud, educación) y parece ser el plan perfecto para reducir al INE a su mínima expresión. Al parecer están aprovechando los principios de McKinsey al pie de la letra.

Twitter: @ismaelortizbarb

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