Plantean segunda l�nea del acueducto Chapala-GDL

2023-03-26 06:00:00

AGUA. El �rea Metropolitana de Guadalajara sigue teniendo una alta dependencia del lago de Chapala. (Foto: Especial)

Aunque sin estimaciones de inversión, el gobierno estatal ya prevé la construcción de una segunda línea del acueducto Chapala-Guadalajara. 

La propuesta se encuentra en la Agenda de Resiliencia Hídrica del Área Metropolitana de Guadalajara, presentada el 23 de marzo por el gobernador Enrique Alfaro Ramírez en el Foro Mundial del Agua, en Nueva York.  

La megaobra tiene ya 34 años en operación a pesar de que se le consideró una vida útil de apenas 25. Además, al construirse solamente la primera de dos líneas, su mantenimiento ha sido muy complicado y el riesgo de que colapse el sistema de abastecimiento más importante de la ciudad es real, de acuerdo con críticas vertidas por el doctor Todd D. Stong, especialista estadounidense en ingeniería, y el consultor en temas hidráulicos Sergio Rueda Lujano. 

La agenda presentada hace eco del riesgo de la infraestructura envejecida:  

“Esta tensión crónica que sufren la mayoría de los sistemas urbanos impacta de forma clara al sistema de abastecimiento de agua potable y de saneamiento. Los principales elementos que abastecen de agua al Área Metropolitana de Guadalajara son el acueducto Chapala-Guadalajara y el sistema antiguo (Chapala-Atequiza-Las Pintas) que en conjunto suministran 63 por ciento del recurso del área de cobertura del Siapa. El primero tiene alrededor de 35 años de antigüedad, mientras que el sistema antiguo se terminó de construir en 1956. El envejecimiento de esta infraestructura clave ocasiona constantes fugas y una conducción poco eficiente del volumen de agua requerido”, señala el documento en su página 53. 

Por ello, añade en la página 106, “se propone como nuevo proyecto la construcción de una segunda línea del acueducto Chapala–Guadalajara con el fin de contar con un sistema de respaldo para la conducción de más de 5 metros cúbicos. Se debe considerar que la construcción del nuevo acueducto nos da la oportunidad de hacer un planteamiento nuevo considerando que las zonas de ampliación de abastecimiento de la AMG son diferentes a las de hace 40 años, lo que impactaría en mejores costos de operación a futuro. Por otro lado, el mantenimiento de la infraestructura actual es altamente complicado técnicamente debido a que no puede dejar de operar el acueducto existente”. 

El documento advierte que el acueducto Chapala-Guadalajara está “cercano a cumplir su vida útil, lo cual representa un elemento de vulnerabilidad de alta prioridad en el abastecimiento de más de 60 por ciento del agua potable para el AMG”, y a la par indica que una segunda línea tendría un impacto efectivo para alcanzar la resiliencia: “El proyecto permitiría prepararse ante un evento de falla de la infraestructura por temas de desastres naturales o fallas operativas y asegurar el abastecimiento de agua”. 

No obstante, la prioridad no está reflejada. La inversión todavía está por definirse, el estatus del proyecto es “en planeación” y se marca un periodo de ejecución en el “mediano–largo plazo”. 

 

PROYECTO. En la página 106 de la agenda hídrica se plantea la construcción de una segunda línea del acueducto Chapala–Guadalajara. (Foto: Especial)

VIEJOS TROPIEZOS

No es la primera vez que se intenta construir una segunda línea del acueducto –según los ingenieros consultados, lo común es que tengan dos líneas los acueductos modernos para minimizar riesgos y colapsos–.  

En el gobierno de Emilio González Márquez, en 2011, y con el apoyo de los presidentes municipales de extracción priista –ellos controlaban la junta de gobierno del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado, que había dejado de ser organismo paraestatal– se empujó la idea de construir la segunda línea con un financiamiento que iba de los mil 800 millones de pesos (mdp) a los 2 mil mdp. 

Las ventajas eran claras: la ciudad tenía una dependencia altísima (como hasta la fecha) del lago de Chapala y la escasa inversión en el acueducto, tras la construcción de la primera línea y su entrada en operación en 1989, impedían un mantenimiento a fondo. La capacidad de conducir 7 mil 500 litros por segundo se había mermado a menos de 5 mil 500 litros, lo que obligaba a usar el viejo canal no confinado que se construyó en los años 50, con pérdidas muy elevadas de agua por evaporación y contaminación. 

Además, todo acueducto moderno tiene dos líneas justo para garantizar los mantenimientos. La tecnología de medición también impide desconocer el agua que se extrae, por lo que la amenaza de que se extrajera el doble de agua del lago era infundada. 

Pero aun así hubo una fuerte oposición política. Desde grupos ecologistas hasta de derechos humanos, alcaldes y representantes populares se movilizaron para impedir la obra. Uno de los dirigentes políticos que encabezó esa oposición fue el ex panista Héctor Álvarez Contreras, hoy del Partido Movimiento Ciudadano (MC) y cercano al gobernador Enrique Alfaro. El discurso fue “evitar la depredación” del lago, pues convencieron a los ribereños que se trataba de robar agua al cuerpo lacustre. 

A la postre, el proyecto se canceló. Hoy regresa en un gobierno cuyos políticos, hace 12 años, lo frenaron. 

LAS CIFRAS:

  • 42 kilómetros es la longitud total del proyecto 
  • 26 kilómetros implican bombeo desde el lago de Chapala y 16 kilómetros van por gravedad 
  • Mil 800 millones de pesos era el precio estimado hace 12 años 
  • 90 kilómetros es la longitud del acueducto de 1956, el cual está completamente a cielo abierto 
  • 240 millones de metros cúbicos es la autorización de extracción del lago de Chapala para Guadalajara 
  • 190 millones es lo máximo que se extrae, pues la capacidad de conducción ha bajado por el envejecimiento del acueducto 

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