Inai, �cero a la izquierda?

2023-04-18 06:00:00

El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) es un cero a la izquierda y no sirve para nada, así se expresó ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su mañanera.

“Desde que se creó ese instituto le cuesta mucho al pueblo de México, mil millones de pesos por año, ojalá y el Congreso haga algo para que esa función la pueda realizar una institución ya creada de tantas que hay, ya sea la Auditoría Superior de la Federación o la fiscalía anticorrupción, porque ahora no puede sesionar, porque no tienen a los consejeros, pero sí están cobrando, se está gastando el presupuesto”, declaró el líder del Ejecutivo.

Ahora el ente que ataca el gobierno federal es el Inai, bajo la premisa de que cuesta mucho mantenerlo, pero ¿qué hay detrás de este discurso agresivo hacia el instituto?, primero, el mandatario necesita esos mil millones de pesos, que mencionó, para repartirlos en apoyos sociales. Y segundo, la función del Inai siempre ha resultado incómoda para esta administración, lo cual no es nuevo; también fue un organismo molesto para el mandato del priista Enrique Peña Nieto.

El presidente desdeña el trabajo del Inai porque asume que su gobierno es incapaz de ser corrupto, entonces no son necesarios los órganos de control. Pero como se publicó a finales del siglo XVIII, en The Federalist Papers: “Si los ángeles gobernaran a los hombres, saldrían sobrando lo mismo las contralorías externas que las internas del gobierno. Al organizar un gobierno que ha de ser administrado por hombres para los hombres, la gran dificultad estriba en esto: primeramente hay que capacitar al gobierno para mandar sobre los gobernados y luego obligarlo a que se regule a sí mismo”.

Este pensamiento de James Madison nos ayuda a entender por qué la función del Inai es clave dentro nuestra democracia.

El gobierno debe regularse y una de las maneras de hacerlo es a través de la obligación de dar a conocer la información que genera de la implementación de sus políticas públicas y del uso que hace de los recursos públicos.

El control de la información, generada por el gobierno fue una característica del régimen priista, corrupto. Justo esa herencia de opacidad fue combatida por las organizaciones de la sociedad civil que exigían la publicación de datos tan básicos como la nómina del gobierno en turno.

Actualmente, Morena tiene en el Senado congelado el nombramiento de tres de siete comisionados del Inai y parece que no hay prisa, porque esto mantiene con las manos atadas al organismo que requiere de mínimo cinco comisionados para sesionar.

Esto es preocupante, sobre todo por las declaraciones del mandatario federal y del secretario de gobierno, Adán Augusto López, quien ayer por la tarde calificó al Inai de “lastre burocrático”, “opaco e innecesario”.

Y además, llamó a quienes defienden al Inai como amantes de la simulación.

Lo que sucede es que el Inai es principalmente valorado en un círculo de la población, donde se encuentran los intelectuales, periodistas y asociaciones civiles. El Inai no ha conectado con la mayoría de la población, si salimos a la calle a preguntar pocos sabrán la función del instituto y ése es su gran pecado.

Pese a que el derecho de acceso a la información está garantizado en la Constitución como un derecho humano de los mexicanos, la mayoría desconoce de qué se trata y por ende ignora a los organismos que garantizan nuestro acceso a la información.

El Inai enfrenta la madre de las batallas y es necesario que salga victorioso.

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