Los arreglos para estas observaciones de las manchas solares se han establecido ahora bajo el asesoramiento del Comité Solar de South Kensington, y a su debido tiempo sin duda se sacarán a la luz hechos importantes. Todo esto se remonta a la pequeña y discreta fotografía depositada no lejos de la máquina de sobres en 1851; y de esta manera De la Rue se convirtió, y siempre será recordado como, el padre de la fotografía lunar y solar
‘Nature’, May 9, 1889, p. 27
El 15 de enero de 1815 en la isla de Guernsey, Reino Unido, nació Warren de la Rue, quien recibió su formación en el Collège Sainte-Barbe en París para luego estudiar Química en Londres bajo la dirección de August Wilhelm von Hoffmann quien –en tanto alumno de Justus von Liebig, quien desarrolló los primeros fertilizantes– destacó en el campo de la Química orgánica.
La primera contribución científica del joven Warren nos informa su biógrafo Alan W. Hirshfeld, profesor en la University of Massachusetts Dartmouth, en Estados Unidos, fue precisamente un artículo publicado en 1836 donde propone una mejora a la pila o celda de Daniell, que en su tiempo fue un diseño más eficiente de la pila de Volta; también se involucró en la edición de la versión inglesa del Jahresbericht der Chemie (Informe Anual de Química) de von Liebig y Henrich Kopp.
La influencia de su amigo James Hall Nasmyth, inventor del martillo pilón a vapor, lo llevó al cultivo de la Astronomía al grado de construir en 1850 un telescopio reflector con espejo principal de 13 pulgadas con el cual logra primero dibujos muy detallados de los objetos celestes que observó y luego habría de experimentar con la naciente daguerrotipia, las primeras imágenes fotográficas obtenidas por el proceso de colodión húmedo.
También implementó en su telescopio un sistema de guiado con lo cual mejoró sustancialmente la calidad de las fotografías, pues las emulsiones fotográficas de la época requerían largo tiempo de exposición. Nos refiere el profesor Hirshfeld que: “Siguiendo una recomendación de John Herschel en 1847 (repetida con más fuerza en 1854), de la Rue desarrolló un fotoheliógrafo” (Biographical Encyclopedia of Astronomers, Springer, 2014, p. 547) con el cual pudo hacer un registro diario de la actividad de las manchas solares.
El 8 de noviembre de 1883 publicó en la revista Nature junto con la esposa del general Tremenheere una breve nota entre otras que describían un Sol verde, la sección inicia con el texto del astrónomo Charles Michie Smith, quien precisa: “La aparición de un sol verde brillante durante varios días seguidos parece ser un fenómeno lo suficientemente raro como para merecer mención en sus columnas, por lo que le envío las siguientes notas sobre el tema… vio primero claramente una niebla verde, parecida a una nube, pasar a través del sol, y luego una de color rojizo, y el sol tomó el color de cada una de estas nubes o nieblas. La gente de Ceilán estaba terriblemente alarmada por la inusual apariencia del sol”.
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