Urbain-Jean-Joseph Le Verrier explicó el comportamiento rebelde de Urano postulando la existencia de un planeta desconocido, que posteriormente fue descubierto y llamado Neptuno
David Aubin, ‘Biographical Encyclopedia of Astronomers’, Springer, New York-Heidelberg-Dordrecht-London 2014, p. 1315
Ya en esta columna se mencionó brevemente (ver El Diario NTR, El Pegaso de Sigüenza, 28 de enero de 2018) sobre el descubrimiento matemático del planeta Neptuno –aunque su probable primer observador antes de ello fue el padre de la astronomía telescópica, Galileo Galilei– y de quien en su epitafio el connotado astrónomo Francois Arago lo recuerda como “el hombre que descubrió un planeta con la punta de su pluma”, tal personaje fue quien nació el 11 de marzo de 1811 en Saint-Lo, la Manche, Francia y recibió el nombre de Urbain-Jean-Joseph Le Verrier.
Su biógrafo, el doctor David Aubin, profesor en la Université Pierre et Marie Curie de París, refiere que fue el hijo único de una familia proveniente de la baja aristocracia normanda, y aunque falló en su primer intento por ingresar a la muy célebre École Politechnique finalmente fue admitido en 1831.
Sus primeros estudios universitarios fueron en Química bajo la guía de Joseph Louis Gay-Lussac, aunque después se decantó hacia la Astronomía y se especializa en la Mecánica Celeste; su desempeño le granjea el nombramiento como instructor de Geodesia y Máquinas en su alma máter así como un puesto en el Observatorio Astronómico de París, del cual sería controvertido director en dos períodos.
Adolf Müller, otro de sus biógrafos, escribe en la Catholic Encyclopedia (1913): “Sus cálculos del tránsito de Mercurio de 1845 y de la órbita del cometa Faye demostraron su capacidad en aquella provincia en la que pronto obtendría un triunfo casi insospechado con el descubrimiento, mediante cálculos teóricos, del planeta Neptuno”. Ello porque su trabajo, a decir de Aubin “recupera el patrimonio de Pierre-Simon de Laplace”, así su primer estudio presentado ante L’Académie des Sciences parisina lo dirige hacia la solución de Laplace sobre la estabilidad dinámica del sistema solar.
En un trabajo posterior estudia las variaciones en la órbita de Mercurio, ello el granjea su ingreso a L’Académie el 19 de enero de 1846. Antes había publicado un análisis de las irregularidades en la órbita de Urano, otro estudio que fue leído el primero de junio de 1846 concluye en la imposibilidad de explicar dichas irregularidades a partir de las fuerzas gravitacionales del Sol y los planetas entonces conocidos.
En una tercera memoria leída el 31 de agosto de 1846 establece límites más precisos dentro de los cuales podría encontrarse el planeta desconocido, así como la estimación de su tamaño aparente. Le Verrier escribe astrónomo alemán Johann Galle quien descubre el planeta posteriormente nombrado como Neptuno el 23 de septiembre de ese año.
Urban Le Verrier falleció a los 66 años en el aniversario del descubrimiento de Neptuno en 1877.
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