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(Foto: Especial)
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El Papa Francisco dio inicio a la Semana Santa con un emotivo saludo a más de 20 mil fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, durante la celebración del Domingo de Ramos. A pesar de encontrarse en su cuarta semana de convalecencia por una neumonía bilateral, el pontífice apareció en público, generando alivio y esperanza entre los asistentes.
El Papa, de 88 años, fue llevado en silla de ruedas hasta el altar principal, donde ofreció un breve mensaje: “Buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa”, sin utilizar oxígeno suplementario, como sí lo hizo en su aparición anterior. Su presencia fue recibida con emoción por la multitud, que buscó tocar su mano o sus vestiduras al pasar.
Aunque los médicos le recomendaron evitar grandes concentraciones, Francisco ha buscado mostrarse activo. Esta semana, además de sus apariciones públicas, se reunió en privado con el rey Carlos III y la reina Camilla del Reino Unido, y visitó la basílica de Santa María la Mayor para orar ante el ícono mariano Salus Populi Romani.
La Santa Sede aún no ha confirmado cuál será su participación en los actos centrales de la Semana Santa, incluidos el Vía Crucis del Viernes Santo y la Misa de Pascua. En esta ocasión, fue el cardenal Leonardo Sandri quien presidió la celebración y leyó la homilía preparada por el Papa, en la que exhortó a los fieles a cargar con la cruz de quienes sufren a su alrededor.
En su tradicional bendición dominical, difundida por escrito por novena semana consecutiva, Francisco agradeció las oraciones y expresó que, en su actual debilidad física, ha sentido con mayor intensidad la ternura de Dios.
El pontífice también elevó oraciones por los pueblos afectados por conflictos en Sudán, Líbano, Ucrania, Oriente Medio, República Democrática del Congo, Myanmar y Sudán del Sur. Su mensaje de paz resonó profundamente en una ceremonia que, como cada año, recordó la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y marcó el inicio de los días más solemnes del calendario cristiano.
GR
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