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(Foto: Especial)
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Mientras la violencia recrudece en el puerto y la ciudadanía exige mayor seguridad, la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, se colocó una vez más en el centro de la polémica al organizar un evento público que provocó caos vial, molestias ciudadanas y una fuerte oleada de críticas en redes sociales.
Durante la tarde del miércoles 16 de abril, el gobierno municipal cerró uno de los carriles de la avenida Costera Miguel Alemán —en el tramo del Zócalo hacia la Diana Cazadora— para llevar a cabo un acto encabezado por la alcaldesa. La decisión generó severas afectaciones a la circulación en una de las arterias más transitadas de la ciudad, justo en plena temporada vacacional.
Violencia y festejos: un contraste que indigna
El evento, transmitido en vivo desde la cuenta oficial de Abelina López, fue inicialmente blanco de más de 390 comentarios, muchos de ellos críticos. Sin embargo, horas después solo permanecían visibles unos 60 comentarios, en su mayoría positivos, lo que generó denuncias por presunta eliminación de opiniones adversas. Usuarios en redes señalaron la falta de apertura al diálogo y la censura digital como agravantes en una situación ya de por sí tensa.
La molestia ciudadana no se limitó a las redes sociales. Varios medios locales intentaron cuestionar a la presidenta municipal sobre el repunte de violencia en Acapulco —que en solo 48 horas dejó un saldo de 14 personas asesinadas— pero la funcionaria se negó a responder, limitándose a hablar exclusivamente del evento que lideraba.
Indignación en la calle y en redes
Numerosos mensajes publicados en grupos ciudadanos y espacios digitales pusieron en duda no solo la logística del evento, sino su pertinencia en un contexto de creciente inseguridad. El malestar no se centró únicamente en los embotellamientos, sino en lo que muchos consideraron una muestra de insensibilidad del gobierno municipal frente a la situación que enfrenta la población acapulqueña.
Una de las críticas más señaladas fue la coincidencia del evento con el asesinato de un conductor del transporte público ocurrido horas antes, quien —según versiones— habría participado recientemente en una protesta para exigir mayor seguridad en su ruta. Para muchos ciudadanos, el contraste entre la “celebración” encabezada por la alcaldesa y la violencia que azota al puerto resulta no solo desafortunado, sino ofensivo.
Operativos para eventos… pero no para colonias
Otro punto que generó indignación fue la implementación de un operativo de seguridad especial para resguardar el evento oficial, mientras que en colonias populares —según denunciaron vecinos— la presencia de autoridades es prácticamente nula. Esta disparidad fue interpretada por muchos como una señal clara del desinterés gubernamental por atender los problemas de fondo.
No es la primera vez que una actividad encabezada por Abelina López desata controversia. En una transmisión previa relacionada con la promoción del mismo evento, los comentarios negativos fueron tan numerosos que la publicación fue eliminada por completo, reforzando la percepción de que el gobierno municipal evita el disenso en espacios digitales.
Acapulco, entre el hartazgo y la esperanza
Mientras Acapulco sigue sumido en una ola de violencia e incertidumbre, el evento de la alcaldesa ha dejado más preguntas que respuestas. ¿Puede una ciudad sumida en el miedo permitirse actos públicos festivos? ¿Está el gobierno municipal escuchando realmente a su ciudadanía?
Por ahora, la población sigue exigiendo seguridad, sensibilidad y acciones concretas que atiendan la realidad de un puerto que, entre el turismo y la tragedia, parece navegar a la deriva.
GR
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