Gaza no es una zona de guerra. Es un cementerio para la conciencia de la humanidad
Organización Save the Children
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha expresado de manera reiterada la urgencia de permitir la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, con el propósito de salvar a 14 mil bebés que sufren desnutrición aguda grave y se encuentran en riesgo de morir. También han informado que el número de muertos en Gaza supera los 45 mil y casi una tercera parte de las víctimas eran niñas y niños.
El bloqueo de Israel a la entrada de alimentos en Gaza –que se desarrolla desde principios de marzo– ha agravado aún más la crisis alimentaria provocada por el asedio militar. El alto al fuego decretado a principios de año ha resultado ser solo declarativo, pues las agresiones contra la población palestina continúan en una tragedia humanitaria que parece no tener fin y que acumula ya un año y medio de bombardeos contra la población.
Mientras tanto, la solidaridad global con la causa palestina sigue expresándose de las más diversas maneras. En el afamado Festival de Cannes, en Francia, se rindió homenaje a la fotoperiodista Fatima Hassouna (25 años), quien fue asesinada junto con nueve integrantes de su familia, entre ellos su hermano pequeño de 10 años y su hermana embarazada. Apenas 24 horas después de que se anunciara que su documental sería presentado en el festival, un comando bombardeó su casa.
El documental, llamado Pon tu alma en tu mano y camina, fue seleccionado para su exhibición en Cannes y narra, desde la voz de Fatima, la tragedia de la vida en Gaza bajo el asedio del sionismo de Israel. Frente a su asesinato, más de 350 actores, directores y productores firmaron una carta exigiendo poner fin a las agresiones contra la población palestina.
Diversos colectivos y redes solidarias salieron en distintos países, durante este mayo, a manifestarse por el 77.º aniversario del Día de la Nakba (catástrofe), una fecha profundamente significativa para la población de Palestina porque marcó el inicio de la pérdida de sus hogares en 1948, cuando milicias del sionismo atacaron y destruyeron cientos de poblaciones, obligando al desplazamiento forzado de 75 por ciento de la población. Las agresiones han continuado desde entonces.
La tragedia en Gaza es un genocidio. Incluso la Corte Penal Internacional ordenó, a finales de 2024, el arresto del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, por crímenes de guerra y contra la humanidad. Pero la impunidad prevalece, y hasta hoy ninguna disposición o argumento de instancias internacionales ha podido detener la barbarie.
En el último ataque, ocurrido esta semana, al menos 53 personas –incluyendo niños y mujeres– perdieron la vida. La pretensión de Netanyahu es ocupar todos los territorios de Gaza, aunque ello implique eliminar a quienes se encuentran en los campos de refugiados.
“Nos avergüenza tanta pasividad” es una de las frases que se incluye en el comunicado de los artistas del Festival de Cannes.
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