Etiquetado frontal no detiene consumo

Aunque en los últimos años se ha implementado un etiquetado frontal de advertencia en los productos, en Jalisco continúa la alta compra de bebidas azucaradas y galletas saladas, por lo que a esta medida se le deben añadir la implementación de impuestos y rediseños visuales de estos etiquetados, según investigadores de diversas instituciones a través del análisis Innovación para una alimentación saludable: el etiquetado frontal herramienta de cambio conductual en Jalisco, México.

En el estudio, autoría de los investigadores Juan Carlos Guimond, del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), AC, de Hermosillo, Sonora; León Alejandro Cañez, de la Universidad de Sonora, y Rodrigo Mejía, integrante de la Academia Mexicana de Investigación y Docencia en Innovación, se detectó que el etiquetado disminuyó el gasto en al menos 10 de 12 productos densamente energéticos evaluados.

Entre estos alimentos se encuentran galletas dulces, pan empaquetado, pastelitos empaquetados, botanas o frituras y sopas instantáneas. De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010, se considera densamente energético aquellos que aportan 275 kilocalorías por cada 100 gramos en producto sólido.

El análisis se realizó a través de una metodología aplicada y mediante un software que permitió evaluar la efectividad de las políticas públicas con una comparación temporal entre grupos de alimentos. A partir de lo anterior los investigadores detectaron que las políticas de etiquetado no tienen efecto significativo en la reducción del gasto en bebidas azucaradas.

“Los resultados son evidencia de que la política de etiquetado frontal, en sus dos versiones, es efectiva para reducir el gasto en alimentos densamente energéticos en el estado de Jalisco, salvo en las bebidas azucaradas y las galletas saladas. Por lo tanto, un primer punto a analizar son los determinantes que han permitido que la política sea efectiva.

Además, destacaron que las políticas implementadas en México en cuanto al etiquetado frontal e impuestos en alimentos buscan reducir el consumo de alimentos densamente energéticos; sin embargo, en el estado éste ha resultado inefectivo debido a fallas estructurales, planeación e implementación.

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