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CONSTANTEMENTE. Desde la autoridad se atribuyen las inundaciones a la acumulaci�n de residuos s�lidos. (Foto: Especial)
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Las lluvias del pasado fin de semana dejaron severas afectaciones en colonias como San Carlos, San Andrés y El Deán, en Guadalajara, donde decenas de viviendas se inundaron. Ante anegamientos así, la autoridad los ha atribuido a la acumulación de residuos sólidos, pero especialistas advierten que el verdadero origen radica en un problema de fondo: la creciente impermeabilización del suelo provocada por el avance urbano sin control ni planeación.
“La basura representa un porcentaje mínimo en la causa de la inundación”, afirmó el investigador Arturo Gleason Espíndola, especialista en gestión del agua urbana e investigador de la Universidad de Guadalajara. A su juicio, responsabilizar únicamente a los desechos domiciliarios simplifica una problemática estructural.
De acuerdo con el experto, la transformación de más de 100 hectáreas de terreno absorbente en superficies pavimentadas ha colapsado la capacidad de infiltración del agua pluvial en zonas críticas de la ciudad.
El caso del vaso regulador de El Deán de Guadalajara es paradigmático: originalmente diseñado para captar escurrimientos de una superficie mucho menor, hoy recibe descargas de al menos 12 hectáreas directas y de hasta 100 hectáreas aledañas, todas selladas con concreto.
“Es como intentar que un vaso recoja el contenido de una cubeta”, señaló el especialista. El problema se agrava con la limitada capacidad de desalojo del sistema de drenaje pluvial.
Los colectores que descargan hacia la barranca de Huentitán, último punto de desfogue hacia el río Santiago, tienen una capacidad estimada de 365 metros cúbicos por segundo; sin embargo, las tormentas recientes, con intensidades promedio de 51 milímetros por hora, generan escurrimientos de hasta 630 metros cúbicos por segundo, casi el doble de lo que el sistema puede evacuar, aseguró.
La diferencia entre esta capacidad hidráulica insuficiente y el volumen real de agua provoca que el exceso se estanque, desborde y afecte zonas habitacionales y comerciales.
“La infraestructura no está dimensionada para la ciudad que hoy existe. Se diseñó para un contexto urbano muy distinto, con menor densidad, mayor cobertura vegetal y cauces abiertos”, explicó Gleason.
Aunque el manejo inadecuado de la basura es un factor que contribuye a obstrucciones puntuales, Gleason reiteró en que su impacto es secundario frente a la transformación del territorio y la falta de planificación hídrica.
GDL presentó Protocolo de Acción para el Temporal
El gobierno de Guadalajara presentó ayer el Protocolo de Acción para Temporada de Lluvias a través de una reunión con líderes vecinales de 38 colonias con los mayores registros de riesgo de encharcamiento hasta deslizamientos durante el temporal.
La presidenta de Guadalajara, Verónica Delgadillo García, informó que a través del protocolo se coordinarán trabajos con la ciudadanía a fin de resguardar la seguridad y protección de la población.
“Tenemos ahí a los vecinos que son grandes monitores, si los vecinos nos informan en el momento, si ven que la tormenta empieza a elevar el nivel del agua y nos avisan en el momento, podemos hacer una reacción inmediata”, explicó.
Por su parte, la Comisaría de Seguridad Ciudadana informó que realizará perifoneo para advertir a la ciudadanía sobre fuertes lluvias y mantendrá comunicación permanente con las y los líderes vecinales a través de chats.
El protocolo incluye acciones preventivas como la limpieza de coladeras, desagües, bajantes de agua y demás. Durante las tormentas exhorta a la población a mantenerse informada y desconectar aparatos electrónicos, y a evitar puntos cercanos a cuerpos de agua y circular por calles, avenidas o pasos a desnivel inundados. Finalizada las lluvias se llama a mantener cuidado con las bocas de tormenta abiertas o los cables en calles y pisos. Nancy Ángel
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