La complexión de las personas es su sello corporal, las hace singulares y es difícil transformarla o luchar contra ella, incluso con cirugías. Más bien la complexión nos hace singulares.
La complexión del territorio es su orografía y es mejor comprenderla en sus relieves o planicies y sus cuencas.
El Área Metropolitana de Guadalajara tiene elevaciones y cuencas a las que el agua obedece de tal manera que su cauce, al final, desemboca en una gran barranca, así como en pequeños lagos y manantiales.
Los arroyos del Área Metropolitana de Guadalajara siempre se consideraron “menores”. Desde que esta ciudad fue fundada, brotaban de manantiales surgidos en diversos puntos o se formaban por las corrientes en las lluvias, al escurrir de los cerros que circundan la ciudad. Es cierto que en el origen de la urbe primó la idea del agua como vertedero de suciedad. Igual se tiraban caballos muertos como cualquier desecho para que se lo llevara la corriente de agua (al mar), como se acostumbraba en las ciudades europeas. La peste de los desechos empujó a entubar o secar los cauces como respuesta irrefutable de salubridad y de la ruta del progreso.
Más tarde, “aprovechar” los cauces para hacerlos avenidas ha tenido su costo. Ahora son importantes puntos de inundación: la calzada Independencia sigue el antiguo cauce del río San Juan de Dios; en este punto la infraestructura del Tren Ligero sirvió hace unas semanas para formar formidables cascadas que los habitantes contemplamos con la misma sorpresa que antaño se formaban entre las piedras. En avenida Patria corre el antiguo cauce del río Atemajac. Avenida México es un antiguo cauce de arroyo. Calzada Lázaro Cárdenas se sobrepone a otra antigua ruta de agua. El trazo de avenida Inglaterra sigue el cauce del río Atemajac. Ciertos tramos de avenida Colón son la ruta de un antiguo arroyo. Avenida López Mateos está construida sobre cauces, especialmente la zona de Plaza del Sol. El arroyo de Osorio, en Tonalá, fue modificado y ahora parte de él está en el Parque de la Solidaridad. Arroyo Seco es cauce del río que inicia en Lomas de la Primavera y atraviesa zonas como Arenales Tapatíos y Mariano Otero.
Como se ve, ningún cauce se ha extinguido. Al contrario, son reconocidos sitios de inundación. El Instituto Metropolitano de Planeación Urbana del gobierno del estado de Jalisco identifica 363; la Universidad de Guadalajara, más de 600 puntos. Por ejemplo, en las colonias del centro y poniente del Valle de Atemajac, el surponiente de Tesistán y del valle de Toluquilla, debido a la tendencia de urbanizar sobre los cerros de la ciudad.
La complexión del agua en la ciudad indica que el agua debe fluir en canales, acumularse en sus lagos e infiltrarse para nutrir manantiales. No al revés. El agua es primero. Comprender eso debe transformar a la urbe. Más nos vale aprender a cambiar la especulación urbana y cambiar nuestra idea de ciudad. Si hay caminos para automóviles y bicicletas, debe haber vías y hogar para el agua.
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