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FOTO: Michelle V�zquez
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Autoridades estatales, productores y representantes del sector agroalimentario firmaron un convenio de colaboración entre la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Jalisco (Sader), la Promotora del Financiamiento para el Desarrollo de Jalisco (ProJal) y la Asociación Nacional de Exportadores de Berries (Aneberries), con el objetivo de impulsar un nuevo modelo de financiamiento dirigido a pequeños y medianos productores de berries.
El convenio establece que los apoyos estarán dirigidos a productores con menos de 10 hectáreas cultivadas, quienes podrán acceder a créditos con tasas anuales entre el 16% y 20%, mediante esquemas de pago viables. ProJal será la encargada de coordinar el proceso con intermediarios financieros no bancarios, ofreciendo asesoría directa a los productores para facilitar el acceso al financiamiento.
Durante el anuncio, el titular de Sader Jalisco, Eduardo Rón, subrayó que este programa responde a una de las principales necesidades del campo jalisciense: el acceso a créditos oportunos y competitivos. “El financiamiento ha sido históricamente inaccesible para muchos productores. Este modelo, se traduce en una política pública innovadora que apoya directamente a quienes más lo necesitan”, señaló.
Por su parte, Miguel Bush, director general de ProJal, explicó que el crédito se entregará en especie, con pago directo al proveedor de insumos. El esquema de recuperación estará vinculado a la venta de la cosecha, lo que brindará mayor certidumbre financiera a los productores.
Desde el sector productivo, Juan Pablo Molina, vicepresidente de Aneberries, destacó que este acuerdo representa una respuesta concreta a una demanda histórica del gremio. “En Jalisco, la mayoría de los productores de berries son pequeños agricultores, con un promedio de 8 hectáreas sembradas. Este programa reconoce su esfuerzo y potencial, y busca cerrar brechas estructurales con crédito, acompañamiento técnico y apoyo comercial”, expresó.
Actualmente, Jalisco es líder nacional en producción y exportación de berries. Es el principal productor de frambuesas y arándanos, y el segundo en zarzamoras. El sector genera hasta cuatro veces más empleos por hectárea que otros cultivos, lo que representa una oportunidad clave para el arraigo comunitario, la inclusión de mujeres y el empleo digno en zonas rurales.
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