Mexicaltzingo, afectado por la�gentrificaci�n

2025-07-07 06:00:00

M�S CASAS. Diversos desarrollos inmobiliarios han irrumpido en la colonia. (Foto: Michelle V�zquez)

Desde hace al menos ocho años, la colonia Mexicaltzingo, en Guadalajara, ha experimentado un proceso sostenido de gentrificación. El incremento en los precios de renta, la llegada de nuevos desarrollos habitacionales de alto costo y el desplazamiento de vecinas y vecinos hacia las periferias son algunos de los efectos más visibles. A esto se suman cambios en el comercio local, la transformación del paisaje urbano y una creciente preocupación por la sostenibilidad de recursos como el agua.

Según Margarita Mariscal, habitante y líder vecinal de la colonia, hace unos ocho años inició el proceso que transformó a Mexicaltzingo: la presión para convertir casas antiguas en edificios de departamentos y, más recientemente, el intento del ayuntamiento tapatío y de la Universidad de Guadalajara (UdeG) por convertir el espacio subterráneo del jardín público frente al templo en un estacionamiento para el Teatro Diana.

“El 60 por ciento de las personas que vivían aquí ya no están. Eran alrededor de 2 mil cuando empezó la defensa del jardín. Ahora muchas se han ido a las orillas, donde las rentas son más baratas”, señaló. Es decir, la colonia comenzó a padecer la gentrificación, un proceso urbano en el que barrios tradicionales son ocupados por personas con mayores recursos económicos, lo que encarece la vida y desplaza a sus habitantes originales.

A este fenómeno se han sumado extranjeros, principalmente europeos. “Hay vecinos alemanes, franceses, ingleses… vienen por temporadas. Pero siguen siendo más los mexicanos. Los extranjeros no se quedan, van y vienen”, añadió. 

Margarita tiene un local de comida dentro del Mercado Mexicaltzingo, donde ha vivido las consecuencias de estos cambios económicos. Ahora, con la llegada de nuevos públicos, ha tenido que adaptar la oferta: “Les gusta mucho la cocina tradicional: las gorditas, los huaraches, la masa azul. Ahorita estamos rescatando eso, aunque también atendemos otros gustos. El negocio lo maneja el cliente”.

Aunado a los temas de vivienda y patrimonio, Margarita expuso una preocupación urgente en la colonia: la falta de agua. “Hay colonias que ya se quedan semanas sin agua, como Tlajomulco. Me mandan mensajes: ‘Señora Mago, no tengo agua’, y ¿cómo vamos a abastecer a tantos edificios que están construyendo si ya no hay agua?”, cuestionó. 

En ese sentido, criticó que los nuevos desarrollos desperdician el recurso: “Están bombeando agua 24 horas al drenaje. ¿Por qué no construir cisternas o sistemas de captación para que se usen dentro del edificio? Eso se puede hacer”.

Para ella, el derecho al agua debe estar por encima del negocio: “No se vale tirarla al caño. Es un pecado, dice. Todos tenemos derecho al agua”.

 

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