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(Foto: Especial)
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Ante el temor que enfrentan numerosos feligreses indocumentados de ser detenidos durante operativos migratorios, el obispo de la Diócesis de San Bernardino, Mons. Alberto Rojas, emitió un decreto de dispensa que exime a los católicos de la región de la obligación de asistir a misa dominical y en días de precepto, si su ausencia obedece a un temor genuino a acciones de inmigración.
La medida, anunciada el 8 de julio de 2025, responde a “las preocupaciones expresadas por muchos de nuestros hermanos y hermanas respecto al temor de asistir a misa debido a posibles acciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (ICE)”, explicó el obispo en el comunicado oficial.
El decreto se sustenta en el Canon 87 §1 del Código de Derecho Canónico, que faculta a los obispos diocesanos a dispensar leyes disciplinarias cuando el bienestar espiritual de los fieles así lo requiera. En este caso, el miedo a ser arrestado o deportado constituye un “grave inconveniente” que podría impedir a muchos su participación habitual en la Eucaristía.
Una respuesta pastoral a la vulnerabilidad migrante
Mons. Rojas subrayó que esta dispensa busca proteger el bienestar espiritual de los fieles más vulnerables y reiteró que la Iglesia debe ser “un refugio seguro” para todos. Aunque no sustituye el valor de la misa presencial, se invita a quienes no puedan acudir a continuar su vida espiritual a través de oraciones personales, lectura de la Biblia o devociones como el Rosario o la Coronilla de la Divina Misericordia. También se recomienda seguir transmisiones en línea o televisadas de la Eucaristía.
Además, el decreto llama a los párrocos y ministros pastorales a ofrecer acompañamiento y alternativas de formación sacramental y catequética a quienes no puedan asistir regularmente, con el objetivo de garantizar la inclusión y el cuidado pastoral de todos los fieles afectados.
Sin fecha de vencimiento
La dispensa aplica a toda la feligresía dentro de los límites territoriales de la Diócesis de San Bernardino, y permanecerá vigente hasta nuevo aviso, o hasta que las condiciones que motivaron esta decisión cambien sustancialmente.
Mons. Rojas concluyó el decreto encomendando a la diócesis a la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, y reiterando su compromiso con una Iglesia que acompañe con compasión a los más vulnerables.
GR
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