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FOTO: Michelle V�zquez
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La información generada por periodistas, académicos y organizaciones civiles sobre las desapariciones en Jalisco debería ser un insumo fundamental para las autoridades, señaló Augusto Chacón Benavides, director ejecutivo del Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos. Sin embargo, denunció que el trabajo de análisis, que incluye la identificación de patrones y zonas críticas, no es tomado en cuenta para la prevención y atención del problema.
Ejemplo de ello es el estudio de un grupo de investigadoras del Centro Universitario de Ciencias Sociales Y Humanidades que revisó 233 cédulas de búsqueda de mujeres desaparecidas en 2021, detectando ocho “corredores de desaparición” en el Área Metropolitana de Guadalajara. Apuntó que el análisis, con enfoque territorial y racial, debería ser clave para frenar la tendencia creciente de casos.
Chacón recordó que desde 2016 Jalisco Cómo Vamos mide en encuestas la percepción y experiencia de seguridad, incluidas desapariciones: en ese año, El Salto reportó 2.5% y Tonalá 5% de casos. Para 2024, las cifras subieron a 7.9% y 8.8%, respectivamente. Ante ello, urgió a que las búsquedas de los desaparecidos y desaparecidas inicien de inmediato, pues las primeras horas son determinantes para localizar con vida a las personas. Urgió a tener sentencias y no solamente cifras que suben y bajan.
Sobre la reciente decisión del Congreso local de autorizar la contratación de personal supernumerario para cubrir vacantes, el especialista criticó que se siga usando el poder Legislativo como refugio de nómina para intereses particulares. Augusto Chacón Benavides insistió en que ahí está la pulsión por engordar la nómina y de nada sirven los diagnósticos si están ensimismados mirando sus propios intereses.
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