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NY. Este homenaje no volver� a repetirse hasta el a�o que viene, si el clima lo permite. (Foto: Especial)
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Una brecha de luz solar atravesó este jueves el vestíbulo de la estación Oculus de Nueva York, ubicada en el World Trade Center y diseñada por el español Santiago Calatrava para que haga cada 11 de septiembre un homenaje efímero a las víctimas del atentado de 2001.
El lucernario alargado que corona el famoso edificio de Calatrava, inaugurado en 2016, hace una proyección de luz natural sobre los suelos de mármol blanco conocida como Wedge of light (Brecha de luz) cada 11 de septiembre a las 10:28 hora local, momento en que se derrumbó la segunda torre, una réplica de lo que en la antigüedad sucedía en los templos egipcios o en algunas iglesias.
Poco antes de esa hora exacta, una silenciosa multitud ya estaba apostada en el balcón situado en un extremo del diáfano edificio, el único de los dos abierto hoy al público, esperando pacientemente a que el sol se filtrara por los cristales con el ángulo perfecto para formar esas dos largas líneas en el suelo.
El tragaluz, que mide unos 100 metros de longitud y está compuesto de más de 200 piezas de cristal, ha dado problemas en el pasado debido al deterioro de una goma aislante, sumando gastos al monumental complejo de infraestructuras del World Trade Center, que tuvo un costo final de unos 3 mil 900 millones de dólares.
Memoria
Hay otro tributo lumínico desde 2002, proyectando hacia el cielo dos potentes haces de luz artificial azul que pueden verse en unos 100 kilómetros a la redonda.
jl/I
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