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FOTO: Michelle V�zquez
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En el Congreso del Estado de Jalisco se llevó a cabo la cuarta mesa de trabajo para analizar la iniciativa que busca regular las plataformas digitales de alojamiento temporal. El objetivo es responder a la creciente crisis de vivienda en la metrópoli, donde colonias enteras han visto dispararse los precios de la renta y transformarse en territorios de tránsito turístico, en detrimento de sus habitantes.
La mesa dio voz a distintos actores, entre ellos estudiantes, investigadores y organizaciones sociales, quienes coincidieron en señalar que la crisis de vivienda se ha convertido en una de las principales preocupaciones urbanas de Guadalajara.
Bianca López, estudiante de economía de la Universidad de Guadalajara, compartió la perspectiva de quienes llegan de otros estados para estudiar. Describió cómo muchos jóvenes foráneos enfrentan la imposibilidad de pagar una renta adecuada, lo que en ocasiones limita sus oportunidades educativas y profesionales. Desde su visión, Jalisco debería garantizar que la búsqueda de formación académica no se vea obstaculizada por la especulación inmobiliaria.
Máximo Jaramillo, académico e investigador, subrayó que la regulación del mercado de vivienda y la construcción de un parque público de arrendamiento social deben convertirse en pilares para enfrentar la crisis. Recordó que en Guadalajara hay colonias donde hasta un 30% de la vivienda se oferta en Airbnb y que un reducido grupo de inversionistas concentra la mayor parte de los anuncios.
Jaramillo insistió en que se deben mantener elementos clave de la propuesta, como el padrón de inmuebles y la figura de zonas de alto impacto turístico, al tiempo que recomendó fortalecer la legislación con medidas adicionales: impuestos a la vivienda ociosa, límites más estrictos al número de días de renta temporal y una ley inquilinaria que proteja frente a desalojos violentos.
Por su parte, Francisco Talavera, asesor legislativo, propuso que la regulación debería incluir mecanismos que obliguen a destinar parte de la plusvalía generada por los desarrollos a proyectos comunitarios y de rescate cultural.
Finalmente, el arquitecto Carlos Estrada Casarín, con más de dos décadas de experiencia en temas de vivienda, llamó a que estas mesas de trabajo deriven en medidas resolutivas y no se conviertan en ejercicios burocráticos. Planteó la importancia de recuperar para la comunidad parte de la plusvalía urbana que hoy se concentra en manos privadas, y de fortalecer modelos de vivienda que se basen en el valor de uso y no en la lógica de la especulación.
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