La corrupci�n, ox�geno de delincuentes

2025-09-23 06:00:00

El refrán popular evidencia la campante corrupción que persiste en la clase político-empresarial mexicana: “A mí no me den, pónganme donde hay”. Basta que se dé un cargo, donde sea, para que entonces busquen las oportunidades posibles de a manos llenas despacharse. El aspirante a escalar en la burocracia política sabe que habrá resquicios para echarse más pesos a la cartera, siempre y cuando el puesto que ocupe administre, ejerza o distribuya recursos o productos. Por ejemplo, ¿saqueo hormiga de medicinas y hasta alimentos en instituciones de salud? ¡Eso se conoce desde hace décadas!

El falaz dicho obradorista se desplomó: “La corrupción se barre de arriba hacia abajo”. Con antecedentes de millonarias corruptelas, como la Estafa Maestra o Segalmex, el destape del huachicol fiscal pegó duramente a una de las instituciones nacionales con mayor credibilidad, que parecía ajena a las transas en el gobierno federal. Altos mandos de la Marina son señalados de birlar miles de millones de pesos en una red en la que participan empresarios, agentes aduanales, marinos y una larga lista de personajes y compañías. La corrupción también está arriba, y no se barre, se expande hacia abajo.

Lo dicen adultos: “Cuídate, la gente solo va tras el billete”. Resguarda tu cartera o bolso si vas al tianguis, al centro o al mercado; en la noche no salgas sola, porque así te puede ir; es idiota prestar dinero, no te pagarán; no uses tu celular en la calle, porque pueden arrebatártelo; ponte listo porque en las redes sociales engañan con artículos chafas; desconfía de quienes se dicen tus amigos y, sin que lo sepas, suplantaron su identidad; aguas con quienes te ofrecen invertir y recibir intereses más altos que los ofrecidos por un banco. Miles de jaliscienses se han quedado sin ahorros, fraudeados por sociedades de inversión. ¿Ingenuidad?

El dicho permea, aunque no se diga: “El que no transa, no avanza”. ¿Regidores, legisladores, funcionarios, que consiguen plazas para sus equipos o seguidores, y que les descuentan un porcentaje cada quincena?, ¿casos en litigio judicial que avanzan mediante decenas o cientos de miles de pesos en los juzgados?, ¿licitaciones hechas a modo para que gane no la mejor oferta, sino el postor que más ofrezca?, ¿obras públicas que favorecen a los amigos y a quienes apoyaron con donativos las campañas electorales?, ¿partidos políticos y candidatos con doble contabilidad de sus gastos para engañar a las autoridades electorales? El verbo transear es parte del diccionario de la corrupción mexicana.

Se asegura: “El poder corrompe”. El poder, como tal, no es corrupto; corruptos son muchos de quienes lo ejercen. El poder político y económico, sin contra pesos fuertes y autónomos, camina a las corruptelas. La transparencia y la rendición de cuentas contribuyen a combatir la corrupción. Solo que, en México, con organismos garantes de la transparencia desaparecidos por Morena y aliados, la transparencia quedará a criterio del que debe transparentar sus decisiones; o sea, los tres niveles de gobierno. El pronóstico es que la corrupción se acendrará. 

“No somos corruptos, no somos iguales”, asegura como eslogan Morena. La corrupción oxigena a los grupos criminales. El ex secretario de seguridad de Tabasco es un ejemplo que salpica al partido guinda. Si no combate en serio la corrupción dentro y fuera, Morena saldrá más raspado.

X: @SergioRenedDios

jl/I

 
Derechos reservados ® ntrguadalajara.com