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�NICO PROTOCOLO. El IJCF reconoci� que a los cuerpos donados a universidades s�lo se les practic� la necropsia de ley y se les tom� fotograf�as a cada uno. (Foto: Archivo NTR/JAM)
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Entre 2015 y 2018, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) donó al menos 151 cuerpos a diferentes universidades; sin embargo, a varios de esos cadáveres no les dio seguimiento para conseguir su identificación y reintegración a su familia.
Vía transparencia, NTR tuvo detalles de esas donaciones. Inicialmente, el IJCF informó que en 2015 donó 69 cuerpos a diferentes universidades; en 2016, 41; en 2017, 23, y en 2018, 11; sin embargo, en un primer momento negó entregar información sobre el destino de cada cadáver.
Tras varios intentos a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, NTR consiguió que el IJCF entregara una base de datos con los cadáveres donados en 2017. Así el instituto rectificó sus propios datos y precisó que en realidad fueron 30 los cuerpos donados a instituciones educativas. Siete de ellos fueron identificados y entregados a sus familiares y por ese motivo el instituto los excluyó de la cifra global entregada al inicio.
De los 30 de 2017, 16 fueron donados a la UdeG, seis a la Universidad Lamar, cinco al Tec de Monterrey, Campus Guadalajara, y tres a la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG). De ocho casos el IJCF no cuenta con el dato exacto de cuándo fueron donados y sólo se especifica que en 2017; por sexo de los cuerpos, dos corresponden a mujeres y el resto a hombres.
El IJCF también especificó que la totalidad de cuerpos ingresó al Servicio Médico Forense en 2017. Un total de 17 falleció por enfermedad, seis por asfixia, cinco por contusiones, uno por arma de fuego y otro por arma blanca.
La totalidad de los cuerpos fue encontrada en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG): 16 en la Perla Tapatía, cuatro en San Pedro Tlaquepaque, tres en Zapopan, tres en Tlajomulco de Zúñiga, dos en Ixtlahuacán de los Membrillos, uno en Tonalá y otro en El Salto. Siete fueron restituidos a sus familiares y 23 siguen en las universidades.
SIN ARCHIVO BÁSICO DE IDENTIFICACIÓN
Hay registros obtenidos por organizaciones como el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad) que demuestran que la práctica de donar cuerpos a universidades se dio, al menos, desde el 2006. NTR documentó casos a partir de 2015, es decir, desde la administración de Aristóteles Sandoval Díaz.
No obstante, a partir de 2019 y hasta la fecha ya no hay registro de donaciones; sin embargo, los que sí fueron donados no cuentan con el archivo básico de identificación. Esto lo reconoció el IJCF al afirmar que, en su momento, el agente ministerial no solicitó el trámite.
“Se informa que en años anteriores se actuaba a solicitud de la autoridad ministerial, por lo que se realizaron los peritajes que en su momento se solicitaron, (pero) al ser distintas peticiones no se generó un registro individualizado de cada particular”, precisó el IJCF.
El instituto añadió que a esos cuerpos sólo se les practicó la necropsia de ley y se les tomó fotografía a cada uno, lo que fue catalogado como una omisión por parte del Cepad, ya que para ese entonces ya se contaban con los protocolos para la creación de los archivos básicos de identificación.
“La preocupación de que se haya perdido la información genética o biológica para identificar a esas personas fallecidas, saber si es alguna de las personas que están siendo buscadas por sus seres queridos, es uno de los riesgos (…) lo más peligroso es que sabemos que el archivo básico de identificación no se realizaba durante este periodo”, comentó Jonathan Ávila Guzmán, coordinador del eje temático de desaparición de personas del Cepad.
Por su parte, Héctor Flores González, vocero del colectivo Luz de Esperanza, consideró que el hecho de que la mayoría de los cuerpos donados a universidades no tenga ni siquiera un archivo básico de identificación es un acto criminal.
“No tengo la palabra adecuada, pero es una tragedia que con la crisis que se está viviendo el Instituto Jalisciense haya donado cuerpos”.
La UdeG, vía transparencia, confirmó que la mayoría de los cuerpos que recibió en donación no contaba con ningún documento que en algún momento pudiera servir para identificar los cadáveres.
La casa de estudios recibió 32 cuerpos entre 2015 y 2018, de los que 18 contaban con algún documento como el acta de defunción.
UDEG QUIERE REGRESARLOS; IJCF NO RESPONDE
A través de transparencia, la UdeG confirmó a NTR que ya hizo una solicitud para regresar los cuerpos al IJCF, pero en la mayoría de los casos no ha tenido respuesta.
De los 32 cuerpos que recibió en donación la UdeG, 23 fueron para el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), seis para el Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá), dos para el Centro Universitario del Sur (CUSur) y uno para el Centro Universitario de la Costa (CUCosta).
Del total, sólo han sido reintegrados tres del CUTonalá, uno del CUSur y uno del CUCosta. El resto sigue en los anfiteatros o laboratorios de los centros universitarios, todos con solicitud de reintegro enviada al IJCF, pero sin respuesta.
Destaca que 10 cuerpos fueron identificados, pero sólo uno fue regresado al IJCF y, posteriormente, a su familia. Los otros nueve siguen bajo resguardo de la UdeG porque, aunque ya tengan identidad, tampoco los recibe el IJCF.
Al respecto, Flores González dijo que “es inaudito y es una vergüenza que el Instituto Jalisciense no responda, no quisiera estar en la posición de esa familia o de esas familias que piden la restitución de sus seres queridos”.
La UdeG detalló que recibió los cuerpos en donación para “fines científicos, de investigación y docencia”, “prácticas educativas” y para “la educación”.
NTR buscó entrevista tanto a la UdeG como el IJCF para conocer por qué no se han concretado los reintegros, pero no se tuvo respuesta de ninguna de las partes.
Los cadáveres donados a universidades por el IJCF de 2015 a 2018
- 2015: 69
- 2016: 41
- 2017: 30
- 2018: 11
- Total: 151
DEBE HABER UNA INVESTIGACIÓN
Jonathan Ávila Guzmán y Héctor Flores González coincidieron en que debe existir una investigación y deslindar responsabilidades por la donación de cuerpos por parte del IJCF a las universidades, pues los procesos los catalogaron como llenos de omisiones.
Ambos añadieron que la práctica de este tipo de donaciones podría realizarse siempre y cuando el cuerpo esté debidamente identificado, se dé en marco legal y bajo la autorización expresa ante mortem por la persona o, en dado caso, por su familia.
Pero por cómo ocurrieron las donaciones en Jalisco, concordaron en que se debe indagar quién o quiénes fueron omisos o incurrieron en actos fuera de la ley.
“Se debe investigar a fondo, se deben salvaguardar los restos que queden y, desgraciadamente, estos cuerpos van a volver a seguir siendo desaparecidos dentro del mismo sistema por el rezago institucional (…) también las universidades tienen ahí un grado de culpa o de responsabilidad, como institución educativa recibes cuerpos donados sin estar completamente seguro, con la certeza jurídica, de estos cuerpos”, dijo Flores González.
Por su parte, Ávila Guzmán añadió que se debe “hacer un seguimiento, una investigación y un proceso de identificación de esos cuerpos (…) la Fiscalía del Estado también debería tomar su responsabilidad y actuar en consecuencia, tanto el Instituto como la Fiscalía deberían coordinarse para saber qué pasó con esos cuerpos”.

“INAUDITO”. El vocero de Luz de Esperanza, Héctor Flores González, lamenta que Ciencias Forenses no responda ante las solicitudes de UdeG en las que solicita el retorno de los cuerpos donados a sus instalaciones. (Foto: Archivo Miriam Jiménez)
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