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Foto: Cuartoscuro/Archivo
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El problema de la violencia sexual infantil en Jalisco no sólo radica en la atención de los delitos, sino en la falta de prevención, señala la diputada Valeria Guadalupe Ávila Gutiérrez, vocal de la Comisión de Higiene, Salud Pública y Prevención de las Adicciones en el Congreso de Jalisco.
Mencionó que el estado presenta la tasa más alta de abuso infantil en México, y aunque durante la pandemia se incrementaron las denuncias, este fenómeno no es reciente y los protocolos existentes no son suficientes para atender todos los casos.
Mencionó que casos mediáticos como el del exfutbolista Omar Bravo evidencian que la justicia puede ser selectiva y que aún se requieren revisiones sobre el número de sentencias efectivas. La impunidad favorece la proliferación de agresores, por lo que es crucial implementar programas educativos en escuelas que brinden a niños y niñas herramientas para identificar y prevenir situaciones de riesgo.
Ávila Gutiérrez recordó que actualmente, se enfrenta un problema grave de revictimización: se solicita a las víctimas aportar pruebas que muchas veces no pueden presentar, y la falta de perfiles especializados en el sistema judicial agrava la situación. También persisten deudas legislativas en el código penal, presupuestos insuficientes para programas de prevención y la ausencia de una fiscalía especializada en materia de género.
Dijo que los servicios de acompañamiento y reparación del daño son limitados, y muchas veces las víctimas, al denunciar, deben enfrentarse a procesos poco amigables, especialmente cuando el agresor es un familiar. Esto refuerza la necesidad de programas de cuidado, protección y apoyo psicológico para quienes rompen el silencio.
La diputada Valeria Guadalupe Ávila Gutiérrez insistió en que el desafío no solo es atender los casos, sino crear una comunidad capacitada en prevención, con protocolos claros y apoyo integral para garantizar que los menores puedan acceder a la justicia sin ser revictimizados.
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