Pe�a Nieto se tropieza con la misma piedra

El presidente Enrique Peña Nieto no puede hablar de corrupción porque se tropieza. Un hombre acusado de abusar de su cargo para favorecer, por lo menos, a sus seres cercanos no ha podido borrar esas sombras sobre su persona.

Desde la Casa Blanca hasta el predial de Miami, lo único que ha hecho es acumular en estos dos años interrogantes sobre su probidad. Esto, aparte de los rumores que abundan sobre altos funcionarios de su gobierno. Desde el sexenio de José López Portillo, hace más de 30 años, no se sentía un sexenio tan corrupto.

En varias ocasiones, Peña Nieto se ha referido a la corrupción como un problema “cultural”, implicando que se trata casi de algo impreso, imborrable, en la genética de los mexicanos. La transa como constante en la vida nacional.

Ciertamente, el mexicano crece siendo educado en la cultura de la mordida. Pero la interpretación de ese dicho ha sido menos amable: que con ello busca exculpar a su gobierno de las profundas fallas que se perciben en torno a la corrupción.

Y el miércoles, el presidente volvió a la carga. Las palabras textuales fueron: “Porque este tema que tanto lacera, el tema de la corrupción, lo está en todos los órdenes de la sociedad y en todos los ámbitos. No hay alguien que pueda atreverse a arrojar la primera piedra. Todos han sido parte de un modelo que hoy estamos desenterrando y queriendo cambiar”.

Las frases presidenciales rayaron, para muchos, en el cinismo. No se incluyó en el “todos han”, porque habría sido un “todos hemos”, pero sí tuvo el empacho de adjudicarse de manera más exclusiva el combate a la corrupción con las palabras “estamos desenterrando”. Ahí sí, entró su persona y gobierno.

El hecho es que, ofendidos, muchos ciudadanos están más que puestos para arrojar esa primera piedra que el presidente considera nadie tiene derecho a blandir, y buena parte de ellos tiene en su mente como blanco al gobierno.

Lo cierto es que, por percepciones populares o tristes realidades, quien no tiene derecho alguno a erigirse en campeón de los esfuerzos anticorrupción es el propio Peña Nieto. Toca el tema y se tropieza, una y otra vez, con la misma piedra.

*Doctor en Economía. Profesor investigador del ITESO. Investigador Asociado del CEEY. Ex funcionario del FMI

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