La credencial para votar, documento fundamental

2015-06-07 06:42:42

EN LIBERTAD. Jos� D�az Vera contin�a como param�dico en la Cruz Roja; al salir de prisi�n estudi� psicolog�a (Fotos: Priscila Hern�ndez Flores)

Hace ocho años a José Díaz Vera se le perdió su credencial de elector. No pensó que ocurriría algo. No denunció el extravío. Hizo todo el trámite para renovar su credencial.

Un día, policías de la Agencia Federal de Investigaciones llegaron a su casa. “¿Eres tú el de esta credencial? “, le  preguntaron. Él vio la fotocopia del documento que había perdido y dijo que sí.

A sus 20 años lo acusaron de asesinar al juez federal, René Hilario Nieto Contreras, el 17 de agosto de 2006. Con la credencial de José compraron un coche en el que viajaba el homicida del funcionario.

Así comenzó un calvario entre juzgados, declaraciones y la prisión. José Vera Díaz fue inculpado de un delito que no cometió.

“Fui un chivo expiatorio”, lamentó a seis años de salir de Almoloya, penal de máxima seguridad al que ingresó en 2007.

De la credencial que extravió sólo recuerda que la perdió cuando estaba en la preparatoria. Jamás pensó que con ese documento lo culparían de homicida y otros delitos como terrorismo, delincuencia organizada y portación de armas. El día del asesinato del juez, José atendía como paramédico en la Cruz Roja en Guadalajara, mientras que el delito se cometió en Toluca.

Familiares  y amigos del joven emprendieron una lucha por su libertad. Hicieron colectas, denunciaron su caso a medios de comunicación y organizaron marchas. Por fin, el 11 de abril de 2008 la sentencia fue absolutoria y quedó libre.

En su familia, reconoció, quedó la experiencia de que en caso de extravío “hay que reportar las credenciales o cualquier otro documento oficial al que le puedan dar un uso que no es el indicado”.

Pero hay incrédulos que le dicen: “a mí no me puede  pasar, tú tuviste mala suerte”. 

Con máxima seguridad

José estuvo preso junto a delincuentes como Caro Quintero o el secuestrador Mocha Orejas.

 “La prisión me ayudó a madurar una faceta psicológica e intelectual en mi persona. No me hubiera gustado que hubiera sido así, pero ya ocurrió. Ese suceso me ayudó a fortalecerme”, afirmó.

Recordó cómo su vida transcurría en el encierro: 23 horas en la celda, una salida al patio y breves tiempos para comer.

“Me tragué el mundo”. Eso hizo José Díaz Vera al ser libre. Lejos de prisión estudió psicología, abrió un consultorio, siguió alimentando su hábito a la lectura y continuó como paramédico en la Cruz Roja.

Al salir de prisión leyó El Extranjero, de Albert Camus, y entendió que en la cárcel hay personas que, como él, son inocentes.

268 Denuncias recibidas en la Fiscalía General por extravío y/o robo de credencial de elector en 2013

249 Fueron en 2014

 

PHM/ I

 
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