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Sobreviven. Pese a las obras y la competencia, los tradicionales negocios siguen en activo. (Foto: Alfonso Hern�ndez)
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Ante el incesante calor en Guadalajara, las tradicionales nieves raspadas del Parque Morelos han sido un escape de frescura y sabor para cientos de tapatíos y turistas.
Con más de 30 sabores se busca satisfacer todos los gustos. Hay nieves de tequila, grosella, mamey chamoy, piña con chile, arrayan, vainilla negra, frambuesa, zarzamora, chicle, guayaba, uva y guanábana; así como los infaltables de fresa, limón, coco, nuez, jamaica, y chocolate.
En estos comercios ofertan además una amplia variedad de presentaciones, tamaños y alternativas para todos los gustos y edades. Los precios van de los 10 a los 60 pesos.
Ante la competencia de grandes cadenas, los negocios tradicionales de la zona del Parque Morelos han incorporado otros productos helados para satisfacer a los clientes: smoothies, aguas frescas, malteadas, frapuchino, banana split, capuchinos, refrescos y paletas.
Las temperaturas de alrededor de 37 grados en la ciudad llevan a tapatíos y turistas al lugar.
Aunque el parque no tiene el esplendor que alguna vez tuvo y las obras sobre la calle San Diego ahuyentan a los paseantes, los negocios tradicionales ubicados sobre la calle Juan Manuel sí tienen gran afluencia.
Niños, jóvenes y adultos degustan los productos de las neverías del Parque Morelos; algunos de éstos negocios tienen más de 60 años de tradición, otros desaparecieron hace nueve años aproximadamente, cuando en la zona se pretendía construir la polémica Villa Panamericana y cuyo plan después se dejó para la edificación de Ciudad Creativa Digital.
Mientras tanto, los comercios que aún quedan reactivan el espacio, satisfacen el antojo, sirven manjares para el paladar y refrescan en temporadas de intenso calor como la que se vive en la ciudad.
10 pesos hasta los 60 cuestan los productos en estos sitios
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