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(Foto: Grisel Pajarito)
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Cada año los huicholes realizan una peregrinación hacia el desierto de Wirikuta, en el oriente de San Luis Potosí, para recolectar a sus antepasados: peyote, venado y agua de este paraje.
La historia comenzó cuando los dioses formaron un grupo para alumbrar el camino de los humanos hacia el sitio donde sale el Sol; muchos de esos hombres se quedaron en el camino y se volvieron elementos de la naturaleza. Hoy, la comunidad recorre los mismos caminos, cada año, para traer un poco de sus antepasados.
JJ/I
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