
|
Celebraci�n. El vino y el pan ser�n comidos ma�ana. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)
|
Más de 40 manos trabajaron ayer con esmero en la preparación del vino y el pan que se convertirán mañana en el cuerpo y la sangre de Jesucristo en la Santa Cena. Ambos elementos son los más importantes de esta gran celebración de la Iglesia de la Luz del Mundo.
Satisfacer a medio millón de hermanos no es una tarea fácil, ya que para la preparación del pan se necesitan alrededor de 60 horas de trabajo y más de dos días para fabricar el vino.
El encargado de la fabricación del vino, Mario Isabel Ruiz, explicó que se prepara con 15 toneladas de uvas que trajeron de Zacatecas desde hace dos días. El primer paso de la elaboración es lavar hasta cinco veces la uva, la cual fue higienizada desde antier por hasta 80 personas.
“Se lava con mucha delicadeza, lleva varios procesos de limpieza y lavamiento. Se le echa un químico para matar alguna bacteria que pueda traer. La última lavada es con agua cristal”, precisó el encargado del proceso.
Después esta fruta se pasa a una máquina que se encarga de triturar la uva para sacarle el jugo; el siguiente paso es que este líquido se pasa a otra máquina que lo absorbe y lo lleva hacia un contenedor, esto a través de un tubo. Finalmente, se llenan garrafones con este vino, los cuales son llevados a una cámara de refrigeración para que no pasen por un proceso de fermentación y se utilicen en la Santa Cena.
Sobre lo que representa el vino para los delegados de la Luz del Mundo, Mario Ruiz comentó: “El vino es para un propósito establecido por nuestro señor Jesucristo cuando anduvo en la tierra, es la celebración de la Santa Cena. Cuando el apóstol de Dios te bendice, ese vino toma la representación de la sangre de Cristo, la cual nos limpia a todos de todo pecado y nos hace entrar en comunión con Cristo y Dios, nuestro señor padre. El vino que no se usó se recoge y se lleva a los comedores donde se da alimento gratuito a los hermanos de escasos recursos”.
Respecto al pan, tan sólo la elaboración de una charola lleva de 40 a 50 minutos, pero en total el trabajo es de dos días.
“Es un pan sin levadura, que lleva un sabor ni dulce ni salado, es un pan que predomina el sabor del aceite de oliva. Y todos los que participamos en la elaboración sabemos que se hace con una preparación espiritual y con mucho amor”, aseguró el encargado del área del pan, Jorge Arcadio Serrano.
“El vino es para un propósito establecido por nuestro señor Jesucristo cuando anduvo en la tierra, es la celebración de la Santa Cena”
Mario Isabel Ruiz, encargado de la preparación
FV/I
|