Quinto Patio

Además del operativo que se llevó a cabo este fin de semana en el bar Lola Lolita, el cual está en la lista de negocios supuestamente financiados con dinero del crimen organizado, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, también fue clausurado el tradicional y viejo bar La Copa de Champagne. Sí, ándele, ése en el que terminan la fiesta muchos tapatíos y varios funcionarios públicos, entre ellos un secretario del gabinete estatal.

Hasta el momento no se han dado detalles, pero todo apunta al mismo motivo: venta de droga en el baño. El problema empieza a agobiar a los dueños de estos giros, porque parece que no es voluntario, sino que simplemente alguien llega, instala su changarro y ellos deben quedarse callados.

Los propietarios que trabajan decentemente saben que están expuestos a que lleguen tipos nefastos a exigirles derecho de piso y/o a que les permitan vender droga dentro. Y ni modo de oponerse a la gente matona. ¿Y el aparato de inteligencia policiaca? ¡Pos cuál!

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¡Que redoblen tambores! (¡Tarararán!) ¡Que se escuchen las trompetas! (¡Tutututu tutututu!) ¡Porque hoy se develará en el barrio de El Refugio la escultura Sincretismo! Sí, amiguitos (léase con tono de conductor de programa de circo), hoy a las 16 horas por fin conoceremos qué ha mantenido cubierto el Ayuntamiento de Guadalajara en estos días en el cruce de las avenidas Federalismo y Hospital. ¿Cuál es la sorpresa que nos esperaaaaaaaaaaa?

El morbo nos... que diga, el interés por el programa del Arte Público nos llevará a conocer la segunda obra que la administración municipal da a conocer a los tapatíos y que dejó en manos del artista Ismael Vargas. Seremos testigos, amiguitos, de en qué ha invertido el ayuntamiento más de 5 milloncitos de pesos. (Y también de los díceres acerca de que si les gustó o no, a qué se parece, si está bien o no en ese lugar, etcétera, etcétera). ¡Que suenen las fanfarrias!

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La Iglesia La Luz del Mundo salió ayer de su tradicional colonia, La Hermosa Provincia, para dar una muestra masiva de su fe y presencia en una de las principales avenidas de Guadalajara, la avenida Vallarta, y partiendo de uno de los símbolos tapatíos, La Minerva. Los organizadores calculan que participaron 100 mil, si bien procedían de diferentes países. Si se observa desde el ángulo político, su caminata por la avenida tiene un significado más allá de la creencia religiosa: mostraron músculo político, haya o no haya sido su intención.

No faltó quién se molestara porque taparon el tránsito vehicular, a lo que otros respondieron que nadie dice nada cuando se realiza la gigantesca romería católica del 12 de octubre, en la que participan más de 2 millones de personas. Y que además los hermanos, como se les conoce popularmente, tienen todo el derecho de profesar la fe que deseen y el derecho de expresarla en el marco de las leyes mexicanas. ¿Ah, verdad?

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Con todo y que la convocatoria para elegir al nuevo jefe de la oficina de resiliencia exige un perfil altamente técnico para temas de urbanismo, medio ambiente y sustentabilidad, el llamado lo atendieron 25 personas con la firme esperanza de que se hagan algunas excepciones a los requisitos, y chance y pegue su solicitud; porque, anotemos, a pesar de que sí hay currículum de peso y con experiencia en diversas ciudades del mundo, hay otros que nomás no tienen nada que ver con el tema que convoca.

Eso sí, el candado para que no haya dedazo es que la última palabra la tiene Fundación Rockefeller, que nada atiende a la política local. O sea, “más mejor”, diría algún tapatío.

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JJ/I