Davos: la pr�xima batalla de ideas

La próxima semana se llevará a cabo el Foro Económico Mundial en Davos que para sus críticos es el encuentro más exclusivo de la élite global y para sus defensores es el espacio intelectual más importante para abordar retos globales con el liderazgo visionario de Klaus Schwab.

Lo que nadie duda es que se trata de un evento con alto impacto en la agenda política y económica del mundo, porque involucra a los actores de mayor nivel en gobiernos, empresas, academia y sociedad civil.

Este año el tema elegido para Davos es “crear un futuro compartido en un mundo fracturado” que apela a las crecientes fricciones y fracturas entre países frente a retos que involucran a toda la comunidad internacional como economía global, migración, seguridad, cambio climático y las consecuencias del desarrollo tecnológico.

El foro apunta a convertirse en el siguiente campo de batalla del enfrentamiento ideológico de los últimos años: regresar al nacionalismo contra mayor y mejor integración global.

En el campo nacionalista, el líder indiscutible es Donald Trump con su visión de “America First”. La confirmación de su participación en el foro es interesante por dos razones: porque no había ido un presidente norteamericano en funciones a Davos desde Bill Clinton en 2000 y porque la administración de Trump ha sido abiertamente crítica al foro y a la agenda que éste impulsa en términos de globalización y libre comercio. Steve Bannon, su ex estratega político, declaró durante la campaña que “la clase trabajadora estaba cansada de ser dictada por el partido de Davos”.

No se tienen claras las motivaciones de Trump para asistir este año. Algunos piensan que podría por fin estar pensando en tender puentes con otros países y reconocer la responsabilidad de Estados Unidos en la comunidad internacional, otros piensan que no se resiste a lanzar uno de sus agresivos discursos justo en el corazón del grupo de líderes que apoyan las ideas que él rechaza.

En el campo de la integración global, la persona a observar va a ser Emmanuel Macron. El presidente francés se ha posicionado como la cara de la visión integradora de Europa, después de vencer a la nacionalista Marine Le Pen en las elecciones el año pasado, y no ha dudado en ser crítico frente a Trump. Cuando este último declaró que Estados Unidos se retiraba del Acuerdo de París sobre el cambio climático, Macron lanzó poco después la iniciativa “Make our planet great again”, haciendo juego con el slogan de la campaña de Trump para invitar a investigadores de todo el mundo a Francia a realizar su investigación y desarrollo tecnológico sobre el medio ambiente.

El director de Chatham House en Londres, Robin Niblett, declaró: “Mi instinto me dice que Macron se hará grande. No hablará de Europa. Tratará de tomar el manto del mundo libre bajo el ala europea”.

Aunque no está confirmado, es posible que Macron cuente con el refuerzo de la canciller alemana, Angela Merkel, que, aunque debilitada en las últimas elecciones, ha sido la líder indiscutible de la visión integradora y en la última visita de Trump a Europa dijo: “No nos gusta lo que estamos escuchando de Estados Unidos, así es que es tiempo para que alejemos nuestras relaciones de Estados Unidos y las acerquemos a China y Asia”.

Xi Jinping fue el primer presidente chino en asistir a Davos el año pasado, dejando clara la aspiración de su país de asumir un rol de liderazgo global y haciendo una crítica velada al aislacionismo de Trump… con lo que nos regaló una de las mayores ironías de 2017: un presidente norteamericano hablando de cerrar fronteras y economía, y un presidente chino hablando de mayor integración global. Este año asistirá Liu He, la mayor autoridad en política económica de China, y será interesante escuchar cómo se sigue desarrollando el discurso chino.

Esta edición de Davos será un reto también para Canadá y México, que estarán en plena ronda de negociaciones con Estados Unidos por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El foro será una oportunidad interesante para que las tres partes involucradas conversen en un espacio de intercambio de ideas más amable a la integración económica.

@ortegarance

JJ/I