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(Foto: Cortes�a Israel Rodr�guez)
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Bajo un sol inclemente, soportando la sed, los caminos, la tierra que se mete entre los dedos de los pies y la saliva que se seca en la boca: así es la fe de los peregrinos que cada abril caminan de Guadalajara a Talpa en peregrinación, para que la virgen del lugar no se olvide de ellos.
FV/I
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