Anaya se desdibuja en Jalisco

En el primer debate entre candidatos a la Presidencia de la República, la mayoría declaró a Ricardo Anaya Cortés como el ganador. En este segundo debate algunos consideraron que nuevamente el candidato de Por México al Frente se impuso a sus adversarios. Ante este escenario, hay una pregunta que espera respuesta: ¿y dónde está Anaya Castro en Jalisco? ¿Quién hace aquí campaña a su favor?

Ricardo Anaya tiene dos importantes aliados en Jalisco: los candidatos a la gubernatura, el también panista Miguel Ángel Martínez Espinoza, y el emecista Enrique Alfaro Ramírez; cuenta con otros 20 que son candidatos a diputados federales bajo el acuerdo de la coalición entre el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano, así como dos fórmulas al Senado de la República, encabezados por los alfaristas Clemente Castañeda y Verónica Delgadillo.

Aparte de las ocasiones en que Anaya ha visitado Jalisco y en actos públicos vemos a su lado a Martínez Espinoza o a Enrique Alfaro, ¿cuándo más hemos visto o escuchado que alguno de los arriba mencionados hagan campaña a favor de su candidato presidencial? ¿Quién ha escuchado alguna arenga a favor de Anaya en su ausencia? ¿Dónde está la propaganda de a quien se ha considerado el ganador de los dos debates pasados?

Cuando Ricardo Anaya no está en Jalisco, ¡ni quién se acuerde de él! Algo similar a lo que pasa con José Antonio Meade en el PRI. Lo anterior, no obstante que teóricamente es el candidato presidencial, Anaya, que tiene más apoyo: de los panistas, de los perredistas y de los emecistas-alfaristas. Y digo teóricamente porque no todos los panistas están con él, pues consideran que los traicionó y entregó al alfarismo; porque no todos los perredistas –particularmente aquéllos de la vieja guardia de izquierda y los más contemporáneos de la misma línea–, no están dispuestos a entregarle sus votos; y porque los alfaristas-emecistas nunca se han identificado con él ni consideran que requiera sus votos porque lo advierten con una amplia desventaja frente a López Obrador.

Incluso, trascendió que la relación entre Anaya y Alfaro se habría enfriado, luego de que el primero habló de una posible alianza con el presidente Enrique Peña y el PRI para evitar que López Obrador triunfara, lo que provocó que el emecista le enviara un mensaje categórico que en caso de hacer eso, le retiraría su apoyo. Al parecer esta advertencia apanicó al panista y de inmediato salió a negar que lo declarado días antes fuera a ser cierto. Pero, al parecer, la relación entre ambos ya no es igual que inicialmente en campaña.

Si la ausencia de apoyo para Anaya por parte de los panistas es más que evidente, en el PRD y Movimiento Ciudadano la figura de su candidato presidencial simplemente no existe. Ni por equivocación sus candidatos han hecho un exhorto público a favor del candidato presidencial del Frente.

Sin duda, Anaya Cortés paga entre el panismo jalisciense sus acciones y decisiones llevadas a cabo con el propósito de quedarse con la candidatura presidencial, avasallando a sus adversarios internos y humillando a la militancia estatal, y que mucho lo lastimó. Hoy, sus simpatizantes públicos lo más que hacen es retuitear o compartir información previamente elaborada en las redes sociales. No existe un trabajo particular de los panistas de Jalisco a favor de su candidato presidencial.

De hecho, he comentado en entregas anteriores el quizás no tan extraño fenómeno que se registra, por ejemplo, entre los militantes alfaristas, que han manifestado su inclinación a favor de su candidato Alfaro Ramírez a la gubernatura, pero en apoyo a López Obrador para la Presidencia de la República.

¿Logrará repuntar Anaya entre sus propios correligionarios jaliscienses en lo que resta de la campaña?

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ