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El daño moral

Ser crítico en México tiene el riesgo de recibir amenazas u hostigamientos por quienes desean acallar voces incómodas. En esta situación se encuentran muchos ciudadanos de diversas y diferentes profesiones, como activistas de derechos humanos, ecologistas, ciudadanos insatisfechos con inmobiliarias, campesinos, indígenas, sacerdotes, entre muchos otros, y por supuesto, periodistas. Las demandas por daño moral se han convertido en un recurso cada vez más socorrido entre actores políticos y del sector empresarial.

Se puede establecer que en nuestro país la vulnerabilidad ha crecido y se ha diversificado. Hoy se han puesto de moda las demandas por daño moral que incluyen exigencias de indemnizaciones millonarias. Empresarios y políticos intentan cada vez más ejercer este recurso legal como defensa de sus problemáticas actuaciones o administraciones.

El daño moral es definido por el Código Civil federal como la “afectación que una persona sufre en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspecto físicos, o bien en la consideración que de sí misma tienen los demás”. También establece que un particular o ente privado causan daño moral cuando vulneran o menoscaban la libertad o integridad física o psíquica de las personas, ilegítimamente.

En nombre del honor vemos con mayor frecuencia litigios contra periodistas o medios de comunicación cuando, según su opinión, ha habido dolo.

En ningún caso se considerarán ofensas al honor las opiniones desfavorables de la crítica literaria, artística, histórica, científica o profesional, según el artículo 1916 del código federal, y tampoco se considerarán ofensivas las opiniones desfavorables realizadas en cumplimiento de un deber o ejerciendo un derecho cuando el modo de proceder no tenga un propósito ofensivo. En otras palabras, no estará obligado a la reparación del daño moral quien ejerza sus derechos de opinión, crítica, expresión e información, en los términos y con las limitaciones de los artículos 6 y 7 de la Constitución General de la República.

En todo caso, el empresario o político o particular que demande la reparación del daño moral deberá acreditar plenamente la ilicitud de la conducta del demandado y el daño que directamente le hubiere causado tal conducta.

No dudamos la existencia de periodistas deshonestos y corruptos y los afectados tienen derecho a defender su honor, pero como la impunidad y la corrupción son comunes en México, hay pocos jueces honestos.

El tráfico de influencias y la indiferencia someten a los periodistas o a los ciudadanos demandados a un gran desgaste por el tiempo empleado, el dinero gastado y la incertidumbre generada. Con la cláusula de que las opiniones son exclusivamente del autor, las empresas de comunicación no respaldan económicamente a los periodistas demandados por daño moral.

La situación se agrava porque los organismos públicos que deberían proteger a periodistas o activistas de derechos humanos no hacen acompañamiento jurídico. Por la indefensión, la solidaridad gremial se convierte en obligación. Las libertades siempre han estado amenazadas, nuestro deber como ciudadanos es promover su garantía y ensanchamiento. Hay que vigilar los intentos de anulación, limitación o para vulnerar o quebrantar nuestros derechos a través de la corrupción de jueces que reinterpretan al gusto del poder económico o político, la legislación sobre daño moral.

A nivel nacional, sobresale la solidaridad de Propuesta Cívica, que representa jurídicamente, de manera gratuita, a periodistas y defensores amenazados, pues esta asociación recibe apoyos de varias fundaciones. El único o principal criterio que tienen para aceptar un caso de defensa de periodistas acusados por daño moral es que la amenaza recibida sea consecuencia de su ejercicio periodístico. Enhorabuena a esta asociación que ha defendido a 81 periodistas en 26 estados de la República.

El periodismo es complejo y diverso, pero también existe en las redacciones de los periódicos, en los estudios de TV y de radio, gente sensible, con talento, gente que siente que el prójimo es muy valioso. Su único objetivo es dar testimonio del mundo que nos rodea y mostrar los muchos peligros y grandes esperanzas que encierra.

JJ/I