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Morgue rodante, el escándalo

La noticia le dio la vuelta al mundo casi con el mismo título o cabezal: “Tráiler con 157 cadáveres es abandonado en Jalisco”, “Deambula tráiler de gobierno con cuerpos”, “Abandona Fiscalía de Jalisco tráiler con cerca de 100 cadáveres”, “Una morgue rodante deambuló por dos municipios de Jalisco con 800 cadáveres”… y así por el estilo en diversos medios de comunicación nacional, pero también del extranjero: La Nación: “México: encuentran un camión abandonado con 157 cadáveres”; Diario Extra, Costa Rica: “Abandonan contenedor con 100 cadáveres”; El Comercio, Perú: “México: Hallan camión abandonado con 100 cadáveres porque no cabían en la morgue”; La República, Perú: “México: fiscalía abandona 157 cadáveres no identificados en un camión”; teleSUR TV: “México: Fiscalía de Jalisco abandona un camión con 157 cuerpos”; El Nuevo Día.com, Puerto Rico: “México: un camión deambula con 157 cuerpos”… y así por el estilo en muchos otros más.

Ante la exhibida internacional de las autoridades jaliscienses por la llamada “morgue rodante”, el gobernador Aristóteles Sandoval decidió romper la hebra por lo más delgado y removió de su cargo al titular del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, Luis Octavio Cotero Bernal, quien con tiempo advirtió de la incapacidad de la institución por albergar tantos cadáveres que eran encontrados en fosas clandestinas o levantados en calles de diversas colonias de la zona metropolitana.

Para propios y extraños Cotero Bernal fue el chivo expiatorio de esta trágica historia que el gobierno no supo atajar a tiempo y que ha sido prueba clara de la gran cantidad de ejecuciones que a diario se llevan a cabo en la metrópoli y ante las que las autoridades municipales y estatales se lavan las manos bajo el argumento de que esos homicidios eran “ajuste de cuentas” entre las organizaciones criminales.

Ayer muy temprano el secretario general de Gobierno, Roberto López Lara, escribió en su cuenta de Twitter: “Lo sucedido con la unidad que alojaba cuerpos de personas no identificadas representa una falta de sensibilidad inadmisible. @GobiernJalisco (sic) no tolerará muestras de indiferencia ni de indolencia”. Y luego: “Por instrucciones del gobernador @Aristoteles SD está en curso una investigación para deslindar responsabilidades. Habrá sanción ejemplar para quienes permitieron que esto sucediera”.

Tan vagas fueron las declaraciones de López Lara que no supimos si la “falta de sensibilidad inadmisible” fue que el tráiler haya sido dejado primero en Tlajomulco y luego en Tlaquepaque o que los cuerpos fueran colocados dentro del tráiler, pues según Cotero Bernal desde hace dos años estaba rentado y desde entonces se depositaban ahí los cadáveres no identificados. Entonces ¿de quién es la culpa de que no haya las instalaciones adecuadas para un caso como éste? ¿Por qué si desde hace dos años se sabía de la incapacidad del IJCF para resguardar tantos cadáveres no se hizo nada o por qué el problema no se solucionó? ¿Por qué nunca se destinaron los recursos suficientes para construir una morgue adecuada?

La respuesta de Cotero Bernal a su remoción fue contundente en una entrevista con Canal 44: “Pienso que el secretario (general) de Gobierno le dio mal la información al gobernador, el Instituto Forense no tiene el permiso y los recursos para trasladar el tráiler…”. Y agregó: “Los cadáveres no son del instituto, son de la fiscalía (…). El instituto nunca rentó el tráiler… fue la fiscalía”.

O sea que ante una torpeza (“morgue rodante”), el gobierno estatal reaccionó con otra torpeza (la destitución de Cotero Bernal). Pero hay quienes aseguran que la responsabilidad está en otro lado, dentro de la Fiscalía General, adonde no quiso voltear el mandatario estatal o alguien no quiso que volteara a ver.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I