Contar la realidad para entendernos

“La crónica es el mejor género de la literatura mexicana”. Esta temeraria premisa, que ha causado escozor entre más de un novelista, es la que defiende la escritora e investigadora Sara Sefchovich en su libro Vida y milagros de la crónica en México (Océano, 2017).

“A la gente nunca le gusta que digas afirmaciones fuertes. México es un país donde todo se dice muy suavecito, a la gente le gusta más que adornes las cosas y a mí me gusta decir las cosas fuertes, como las pienso. ¿Por qué hago esta afirmación? No la invento, es porque en México tenemos novelas impresionantemente buenas, pero también muchas cochinadas; tenemos una poesía impresionante, pero también una bastante mala y, en cambio, en el género de la crónica, son muy excepcionales las que tenemos que no sirven. En 500 años, prácticamente tiene puras maravillas“, expone.

Con la autoridad que le da el haber dedicado 12 años de trabajo metódico a la creación del libro, que es a la vez una formulación teórica, un impresionante repaso histórico y una crítica literaria, Sefchovich expone que el que durante mucho tiempo la crónica se haya considerado un género menor, muchas veces preocupado por los desposeídos, otras tantas tendiente a crear de forma intencional una identidad nacional, derivó en una libertad que, a la postre, logró que se consolidaran narrativas excepcionales, en particular durante el último cuarto del siglo 20 con exponentes como Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Cristina Pacheco o Guadalupe Loaeza, entre muchos otros.

El saber por qué un cronista se propone a narrar una realidad imposible de aprehender, pero siempre con un afán de hacer literatura, lo que la convierte “en una ficción no ficción”, es otro cuestionamiento constante de la autora. Si bien en el texto se dan esbozos, considera que no hay una única respuesta acertada.

“La pregunta que a mí me movió más el piso con los cronistas de fines del siglo 20 que retrataban a los pobres fue pensar ¿para quién los retratan? ¿Para que sepamos cómo viven los pobres y los luchadores sociales, o para ellos mismos? ¿Pero ellos lo leen, los retratados? ¿Cuál es el objetivo de ahora que nos cuenta la violencia? ¿Que la sepamos? ¿Que la podamos parar? ¿Que tengamos miedos? No tengo respuesta a esas preguntas. Me encantaría pensar que un libro sirve para solucionar un problema“, resalta.

Este anhelo de retratar los tópicos más relevantes del momento histórico en curso ha llevado a que en las últimas décadas la violencia y el narcotráfico ocupen la centralidad del género, pero para Sefchovich esto no es un impedimento para que la crónica encuentre un futuro refulgente.

“Lamentablemente mientras estemos en México con el tema de la violencia, la crónica será muy brillante, porque curiosamente a los humanos nos atrae muchísimo el sufrimiento del otro, la desgracia, la sangre (…) Hay futuro y siempre habrá futuro cuando vayas con la sociedad viendo qué le interesa”, concluyó.

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FRASE

“Lamentablemente mientras estemos en México con el tema de la violencia, la crónica será muy brillante”
Sara Sefchovich, escritora

JJ/I