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Resanado, pintura y silencio sobre balacera en Ocotlán

Aún con temor ocotlenses demandan seguridad (Foto: Gisel Pajarito)

Parchar las fachadas de las casas que recibieron balazos en Ocotlán y pintarlas para eliminar rastros del enfrentamiento que cobró once vidas hace menos de dos semanas ha sido la labor de personal del ayuntamiento en los últimos días, en tanto permanece sin definirse si se redistribuirá el control policial de la zona.

Existe una versión de lo ocurrido distinta a la dada a conocer como oficial por la Policía Federal, según la cual el enfrentamiento inició ese 19 de marzo cuando gendarmes patrullaban y encontraron un vehículo sospechoso: la versión extra oficial sostiene que miembros del Cártel Nueva Generación estaban reunidos con unos policías municipales y discutieron, los policías pidieron apoyo y acudieron federales, pero también un convoy de camionetas del grupo criminal con hombres armados.

Así comenzó el tiroteo, según funcionarios enterados del caso, y a su paso los fugitivos dañaron 29 vehículos así como 31 inmuebles. Las ráfagas de proyectiles de armas de fuego atravesaron las cortinas metálicas de los negocios que justo estaban cerrando sus propietarios, como una tienda de abarrotes en la esquina de Manuel Martínez y 2 de Abril en cuyo muro interior, junto al estante de las frituras, tenía dos boquetes de proyectiles de calibre 7.62 por 39.

Todos se echaron al suelo en un rincón y se quedaron sin moverse, sin hablar. El nerviosismo del personal desplegado en la región Ciénega se manifestó desde horas después de la batalla, cuando uno de los gendarmes federales disparó accidentalmente su fusil en un par de ocasiones durante las labores de levantamiento de los cadáveres y de indicios periciales; nerviosismo que ha permeado en el ánimo de los ocotlenses desde esa noche: “nosotros preferimos no decir nada, respetamos al gobierno y a los del otro lado, no queremos meternos con nadie”, dice un hombre de cincuenta años que vive a una cuadra de la casa donde se parapetaron los gatilleros.

Quienes no parecen estar nerviosos son algunos policías municipales, a pesar de la muerte de cinco agentes federales, tres personas víctimas del fuego cruzado y tres supuestos delincuentes: este lunes se podía observar que patrullaban sin pareja al menos un par de oficiales, uno de ellos recorriendo la zona cercana al CUCiénega en una motocicleta menor a las usadas por los repartidores de pizzas, y otro pedaleando una bicicleta por la calle Moctezuma y 1910, ambos sin chaleco blindado.

En la colonia Mascota, donde ocurrió el tiroteo minutos antes de las 20:50 horas del jueves 19 de marzo, las patrullas de la Fuerza Única y de policías federales empiezan a pasar, artilladas, por la tarde, dice una mujer que atiende una boutique a media cuadra de la casa de la calle Manuel Martínez donde finalizó el enfrentamiento luego de dos horas de intercambio de disparos, con más de 2 mil casquillos esparcidos por las calles.

A veces se estacionan en un tope de la calle Centenario y se quedan mirando hacia todos los rumbos. Funcionarios municipales y estatales han especulado que la Fuerza Única o la gendarmería podrían absorber las funciones de la policía local, pero no ha habido un pronunciamiento oficial.

Al igual que los policías, patrullan “halcones”, espías de los grupos criminales que recorren las calles observando y reportando la presencia o ausencia de policías, cuentan algunos vecinos de esa colonia, también conocida como barrio de San Felipe, señalando alguna motocicleta tripulada por un joven de gafas con cristales oscuros.

Aunque hay vecinos de la zona que prefieren no involucrarse, unas 300 personas participaron en una marcha por la paz convocada por agrupaciones civiles el sábado 28 de marzo y unas cinco mil personas más participaron en la celebración religiosa para exigir la paz encabezada por el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, este lunes por la tarde en la explanada del templo principal de Ocotlán.

“En los últimos 6 años, de las regiones más conflictivas es la región Ciénega, 40% de los enfrentamientos en Jalisco se han dado en esa zona, amén de saber que es una zona en colindancia con Michoacán, donde hace no mucho tiempo se descubrió una narcofosa en el municipio vecino de La Barca”, abrevió Dante Haro Reyes, investigador titular de la Universidad de Guadalajara, para quien la solución en los problemas de seguridad en la zona es colocar al ciudadano en el centro de las políticas públicas.

“Existe 97% de impunidad, el delincuente sabe que existe 3% de posibilidades de que lo encierren por tres años de prisión, por lo tanto ya es un porcentaje bastante generoso el que se le está otorgando al delincuente”, dijo el investigador, “no se denuncia al delincuente porque vuelve a tener represalias y se tienen que buscar los mecanismos de denuncia anónima para facilitar la participación ciudadana sin que se corra riesgo”.

Se reunió el Fiscal General con la sociedad de Ocotlán

En reunión con representantes de diversos sectores de Ocotlán, el Fiscal General, Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, expuso cuál era la situación que prevalece en ese municipio de la Región Ciénega, aclarando que los hechos violentos ocurridos el pasado 19 de marzo, obedecieron a una dinámica de confrontación entre miembros de la delincuencia contra representantes de la autoridad, en el que desafortunadamente hubo pérdida de vidas humanas

La Fiscalía General mantendrá la presencia en la zona y de manera coordinada con au- toridades federales y municipales se estará garantizando la seguridad en la región. 

Cardenal llama a exigir a autoridades cumplir

El Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, en su Homilía dictada durante la celebración de la Misa por la Paz, realizada en el atrio del Templo del Señor de la Misericordia, en Ocotlán, hizo un llamado a cuidar de los niños y adolescentes, quienes se convierten en presa fácil de los delincuentes, aseverando que hay que ser claros y directos con nuestras autoridades para pedirles que cumplan con su deber de hacer valer la Ley y que prevalezca la justicia.

 

PHM