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Haciendo política

Tengo una sensación de vacío, de caída constante que no cesa ni de día ni de noche
José López Portillo

Hubert Humphrey dijo que, si bien errar es humano, culpar de ello a los demás es política y, todo indica que tenía toda la razón. Lo que ha venido sucediendo en México con los ganadores de la elección de julio así lo demuestra, pues sus decisiones han representado una serie de fallos y despropósitos de consecuencias aún incuantificables.

La más reciente decisión, cortar el flujo de combustibles a través de gasoductos para evitar su robo por los llamados huachicoleros, dejó sin gasolinas a varios estados de la República en pleno retorno de vacacionistas a sus lugares de origen para llegar a trabajar o estudiar, según el caso.

El desabasto ha generado, además, conflictos en el tránsito vehicular debido a que las filas para obtener gasolina o diésel abarcan no un carril, sino dos y hasta tres, dejando un estrecho paso para los vehículos que transitan por esas calles, en las que hay gasolineras que todavía cuentan con inventarios. Todo lo anterior sin informar a los afectados que no pudieron programar operativos viales y ordenar a los que buscan el preciado líquido, para dejar espacio libre a los autos y camiones que requieren circular.

En su conferencia de prensa de ayer, López Obrador señaló que, como dice el dicho, a grandes males grandes remedios, para luego señalar que a ver quién se cansa primero, si él o los huachicoleros. La realidad es que se requeriría de alta tecnología para el análisis de la presión de flujos de los combustibles que se envían por los gasoductos, acompañada de vigilancia satelital de primer nivel para identificar de inmediato los sitios de ordeña y luego seguir a los vehículos cargados con el producto robado para atrapar a los criminales.

Además, las fuerzas armadas requerirían equipamiento aéreo: aviones de vigilancia, helicópteros e incluso drones, para tener la capacidad de reacción inmediata que permitiera la captura de los grupos del crimen organizado en el sitio de la ordeña del ducto o cerca y con las manos en la masa.

Sospechosa omisión

Resulta por lo menos destacable que entre los estados afectados por el cierre del flujo de combustibles en los ductos no se haya mencionado a Puebla, entidad en la que ha habido importantes eventos relacionados con el robo y venta clandestina de combustibles. En alguno de estos eventos sucedido hace unos años se hablaba de un municipio cuyo alcalde era señalado como líder del cártel huachicolero más fuerte de la región. Recuerdo que hubo un sangriento enfrentamiento entre los criminales y elementos de las Fuerzas Armadas, de los cuales circularon imágenes en video en las redes sociales.

Sin embargo, el alcalde en cuestión fue entrevistado y negó cualquier vínculo con los delincuentes, señalando que un pariente suyo, del mismo nombre pero de un pueblo vecino, andaba en malos pasos y a eso se debía la confusión. El caso es que el asunto se dejó morir y no se volvió a mencionar el tema, ni en medios formales ni en redes sociales. Aun así, en la actividad del robo de combustibles Puebla tenía un destacado sitio, aunque ahora no aparezca entre las entidades bloqueadas.

Ay, Jalisco…

Al gobernador Enrique Alfaro la crisis del desabasto de combustibles le reventó en las manos. En una entrevista el mandatario se quejó de que en el fin de semana, ni Octavio Romero, actual director de Pemex, ni ninguno de sus directivos, le había tomado la llamada para informarle sobre la situación. Fue hasta el domingo por la noche cuando Javier González, director de Logística, le informó sobre las causas y las medidas tomadas para resolverlo; sin embargo, según Enrique Alfaro, lo que se hace no es suficiente.

@BenitoMArteaga

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JJ/I