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Tres deseos, por ahora

Buen añito les deseamos e iniciamos este periodo haciendo unas peticiones-deseos, pero el problema es que no sabemos a quién pedírselos, si al Niño Alfaro o al Niño Andrés. Con esto de la macrodelincuencia, ya podemos entender que también hay macrogobiernos y que estos están paralelos, lo blanco y lo obscuro, lo legal y lo ilógico, en fin, mundos antagónicos y muy raros.

Y como en todo, deseos hay muchos, pero por ahora sólo tres en este mundo de la cultura física y deportes. El primero es pedirles (a quien sea o sean los responsables) que derrumben la tan desatinada Villa Panamericana Guadalajara 2011; se fue un gobierno azul, se fue el tricolor y ahora está el naranja a nivel estatal y los morenos a nivel federal. Y con el derrumbe de dicho espacio aberrante crear un megaproyecto de parque múltiple y versátil.

El segundo deseo es para que tengan la bondad de regresarnos el Estadio Panamericano de Atletismo que tanta falta nos hace para desarrollar dicha disciplina deportiva y, por supuesto, unas cuantas más que se pueden realizar ahí mismo, anhelo de muchos, resistencia de pocos, pero poderosos, y si hay dinero de por medio, aún más, que los Charros construyan su propio espacio, así ganamos todos.

Y el tercer deseo es que rescaten lo que esté al alcance (o crear) lo que son llamados o fueron clubes deportivos. Esos pequeños a medianos espacios que a finales del siglo pasado fueron crisol de muchas actividades físicas, deportivas, culturales de ocio y tiempo libre para los diversos núcleos familiares.

Lugares que verdaderamente fueron creadores de todo tipo de deportistas, pero sobre todo del desarrollo armónico, sano, de convivencia y de bienestar en todos los sentidos.

Quién no recuerda aquel For Bec en la colonia Atlas o el mismo Club Deportivo Atlas de Guadalajara en el antiguo bulevar Tlaquepaque, o el borrado Club Guadalajara en la calle Colomos, el otro borrado Club Jalisco (que antes fue de los Azucareros), el mismo Injuve, como era conocido (Code a finales de la década de 1980), que fungía como tal, centro de esparcimiento de chicos y grandes.

En fin, la lista pudiese crecer, pero lo que se debe rescatar son los espacios de ese tipo o similares y que están a la baja; no se ve alternativa o propuestas de los gobiernos de ningún nivel. Ojalá se cumpla alguno de nuestros deseos por ahora.

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JJ/I