INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Un canal para el Congreso

La semana pasada, en medio de la tormenta mediática desatada por el madruguete mediante el cual el Legislativo local extinguió al Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM), pasó inadvertida la filtración de la noticia de la inminente puesta en marcha de un canal de televisión del Congreso de Jalisco. No deja de resultar una paradoja, que justamente cuando el Legislativo es acusado de opacidad en sus procedimientos, se anuncie su intención de transmitir sus prácticas por medios audiovisuales. No deja de ser extraño que quienes ejecutaron el madruguete impulsen la puesta en marcha de un medio de comunicación de alta visibilidad. Frente a esto, las preguntas obligadas son: ¿qué podemos esperar de un canal del Congreso? ¿Es necesaria su existencia? ¿Será un vehículo de información confiable para la ciudadanía? ¿Su funcionamiento contribuirá al desarrollo de la democracia en Jalisco?

De entrada habría que señalar que la creación del canal no es un tema reciente. De hecho, su origen se remonta a noviembre de 2013, cuando el Sistema Jalisciense de Radio y Televisión (SJTRV), que funcionaba como órgano desconcentrado, se transforma en organismo público descentralizado (OPD), que a pesar del membrete subordinaba de facto las decisiones internas más importantes al Ejecutivo del estado.

En diciembre de 2013 el diputado Juan José Cuevas presentó una propuesta para solicitar al gobernador un espacio dentro del SJRTV y suscribir un convenio entre el Congreso y el Canal 7 “con la finalidad de transmitir las sesiones en vivo y con ello permitir a los ciudadanos tener acceso a la información legislativa de primera mano”. Tiempo después, en una entrevista realizada en abril de 2014, con el reportero Jonathan Ávila, de Reporte Índigo, el entonces director de la nueva OPD, Sergio Ramírez Robles, señalaba que uno de los objetivos de la nueva instancia era ceder espacios del espectro televisivo.

Textualmente afirmó: “Uno de nuestros canales, por disposición del gobernador, se lo vamos a entregar al Congreso del Estado, y otro de los canales se lo vamos a entregar al Poder Judicial; queremos que a partir de C7 Jalisco se construya el canal del Congreso y el canal judicial, para que sea transparente”. La disposición jamás se concretó. Entre otras razones fue porque, si bien el SJRTV es un medio público que debe responder a los intereses de información de la ciudadanía, su evidente dependencia hacia el Ejecutivo del estado representaba un conflicto insuperable para la independencia del Poder Legislativo.

El tema del canal del Congreso regresó con el arribo de la nueva Legislatura, impulsado por el diputado emecista Salvador Caro. La propuesta contemplaba la creación de un organismo propio con la posibilidad de utilizar alguno de los canales del SJRTV. Finalmente, con la oposición de la bancada de Morena, se aprobó su creación y posteriormente se designó a Samuel Muñoz, que había estado al frente del SJRTV en el gobierno de Emilio González, como su primer director.

La creación del canal del Congreso reviste de una importancia singular. En una democracia representativa, el Poder Legislativo es el que representa de manera más directa los intereses de los ciudadanos. Sin embargo, en las mediciones sobre la confianza que merecen las instituciones, el Congreso en general y los legisladores en particular reciben las evaluaciones más bajas. Más allá de la multitud de ejemplos que justifican las bajas valoraciones, también es cierto que existe un gran desconocimiento de las prácticas legislativas. En este sentido, la existencia de una canal permite al ciudadano interesado asomarse no solamente a las sesiones del pleno, sino también a la discusión en el seno de las comisiones. De hecho, es este requisito de dar máxima visibilidad, lo que justificaría su implementación.

Convertirse en un medio confiable y promover el desarrollo democrático constituyen el principal reto para el naciente canal.

Exabrupto. Lamentable la negativa de la bancada de Morena a la creación del canal, postura que contradice la política informativa que desarrolla el gobierno federal. Lamentable.

@fracegon

JJ/I