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La escena mexicana se pospone

En todo México la gente dedicada al teatro ocupa gran parte de su tiempo y recursos especializándose. Mantenerse activo y vigente demanda extender la comprensión del fenómeno escénico aplicándose en técnicas o estilos particulares. Estos mismos talleres son a su vez una forma de obtener recursos para los creadores en un mundo en donde su propio quehacer no les provee de forma directa lo necesario para subsistir, tampoco les brinda ningún tipo de seguridad social.

En la última década a una cantidad muy considerable de seminarios y talleres artísticos se suman muchos otros dedicados a conocer estrategias de gestión de recursos y al armado de carpetas para presentar proyectos a instituciones estatales que otorgan becas. La condiciones de producción del gremio escénico son tan precarias que ni el largo y accidentado camino para la obtención de recursos provenientes de los gobiernos estatales y de la federación, ni el hecho de que esos recursos –para quienes han sido seleccionados– llegue mal y tarde, ha limitado su participación en las convocatorias, al contrario, el crecimiento de participantes crece de forma notable.

El actual gobierno federal y de forma específica, la Secretaría de Cultura encabezada por Alejandra Frausto ha lanzado preocupantes mensajes respecto a la forma en la que funcionarán aportaciones que instancias como el Fonca e INBAL otorgan a los artistas escénicos y sus colectivos. Por lo pronto el retraso en la publicación de resultados del programa México en Escena, sin explicar los motivos,  ha llevado a la organización de artistas y compañías escénicas para la elaboración de una carta dirigida al gobierno federal en la que, entre otras cosas, solicitan diálogo y piden el reconocimiento de sus condiciones de vida y trabajo marcadas por la marginación y la falta de un ley de seguridad social para artistas, detenida desde el 2013.

Si revisamos las carteleras de los foros públicos resulta fácil comprobar cómo el trabajo de creadores independientes es el que mantiene activa la estructura institucional en cada ciudad de este país. Basta revisar la importancia que poseen programas como las Muestras Estatales de Teatro, Teatro Escolar y México en Escena para comprender que el diálogo solicitado es necesario y urgente. 

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JJ/I