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Cazadora de buenas historias

Personalidad. Tras recibir su Premio Maguey por su trayectoria en la cinematografía, la productora de cine habló de sus inicios, sus mejores trabajos y el haber abierto brecha para el cine independiente y con temática LGTB+. (Foto: Alfonso Hernández)

“En los 90, hablar de temas queer era trasgredir, pero se abarrotaban las salas porque la gente estaba desesperada por verse reflejada en la pantalla. Ahora hay tantas plataformas, tantas películas que como productor debes pensar en qué lo hace teatral, qué lo hace cinematográfico y qué te haría ir al cine antes de decidir filmar”, aseguró Christine Vachon en su clase magistral ayer en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).

Tras recibir su Premio Maguey por su trayectoria en la cinematografía, la productora de cine habló de sus inicios, sus mejores trabajos y el haber abierto brecha para el cine independiente y con temática LGTB+.

La neoyorquina ha producido más de 100 películas en los últimos 35 años, siempre al margen de Hollywood.

Tras conocer a Todd Haynes en la universidad, iniciaron una fructífera relación que aún perdura y de la que han nacido títulos como Lejos del cielo, Carol o la reciente Wonderstruck.

Esta productora ha apostado siempre por un cine comprometido, maduro y diferente, con películas tan arriesgadas como Boys don’t cry, y ha apoyado a autores contracorriente como Todd Solondz, Mark Romanek, John Waters o Paul Schrader.

“La cinematografía es intrínseca en mí, desde los 9 años ya iba al cine solita. A los 11 años fui al cine con una amiga a una cinta de terror, y después llegó un choque de corrientes que me encantó, y después me fui envolviendo en el cine, hasta convertirme en asistente en filmes como Superstar y supe que ese tipo de cine era el que yo quería hacer”, aseguró.

Sus películas, mencionó, han despertado la homofobia en Hollywood, pero vio que había público, taquilla y la crítica no importó.

“Nos enfocamos a darle voz a este sector de la comunidad que les urgía verse reflejado en la pantalla y comenzamos a contar sus historias”.

Explicó que en el despertar de las cintas queer vivían en paralelo con la crisis del sida y las noticias de muertes por esa enfermedad.

En Estados Unidos no hay subsidios y en toda su trayectoria se ha dedicado a buscar quien ponga su dinero en el cine independiente para producir cine de calidad en diferentes áreas de la cinematografía.

“Producimos para todos, producimos cine que guste y emocione sin etiquetas, cine incluyente”.

Cuando le cuestionaron si tuvo mentor, dijo que no, al principio sentía rechazo y le cerraban puertas, pero ahora su productora es mentora y apoya a muchos directores en su primera producción.

Cerró diciendo que no se puede quejar de ser productora, que ha logrado solidaridad con socios y que estos festivales reafirman que sí hay comunidad, que no está sola.

“Las mujeres en el mundo queer como productoras debemos estar preparadas para cualquier dificultad, acercarte de gente que apoye y debes salirle a todo, la frustración no la debes permitir”.

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FRASE

“La cinematografía es intrínseca en mí, desde los 9 años ya iba al cine solita”

“Producimos para todos, producimos cine que guste y emocione sin etiquetas, cine incluyente”.
Christine Vachon, productora

JJ/I