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La calle, el mejor espacio para los títeres

Trascender. Al micrófono, el español Víctor Biau habló sobre la importancia, y las dificultades, de romper las fronteras y crear espectáculos que puedan llevarse en una maleta por el mundo. (Foto: Mónika Neufeld)

El escaso modelo educativo para preparar especialmente a los titiriteros, así como la dificultad financiera que implican este tipo de montajes, generan una serie de limitantes para el teatro de títeres. Así lo mencionaron los creadores de diversas compañías tapatías que organizaron el festival cultural por el Día del Títere, que comenzó ayer con una charla en la biblioteca del Laboratorio de Arte Variedades (Larva). 

Los modelos de producción así como la inminente producción autodidacta fueron parte de este conversatorio que inició Ihonatan Ruíz, director de El Tlakuache, compañía que tiene cerca de 20 años con espectáculos para niños en espacios alternativos, quien contó que su principal limitante creativa tiene que ver con las capacidades de movilidad y los materiales de sus personajes. Dijo que ni el modelo de taquilla ni el de becas suponen una solución al respecto. 

“Los nuevos espectáculos tendrían que ser híbridos con producciones complicadas y sencillas”, dijo. “Cada vez que alguien hace un montaje debe contemplar también que los foros y teatros para presentarnos están saturados por producciones y no de públicos, así que tenemos que pensar en formas de regresar a la calle”. 

Contó la historia de Paco, un títere de gran formato que tiene dos años viviendo en su sillón sin salir al escenario, como si se encontrara en una especie de limbo, donde también se quedan sus creadores, esto como consecuencia de los circuitos de becas que siguen potenciando las novedades o las nuevas producciones abandonando a las viejas que se quedan con una o dos funciones de temporada. 

“Puedes hacer la creación de una obra durante seis meses, llevarlo a cuatro en escena y luego estrenar otra cosa como un barril sin fondo”, contó. “Yo sí siento una gran necesidad de volver a darle vida a los títeres que están ahí, esperando en su momento regresar a la escena, es hora de abrirnos a otros métodos financieros, abrirse a nuevos espacios, mutando nuestros propios espectáculos y de que vayamos al público y no esperar a que ellos vengan”.

El creador español Víctor Biau, por su parte, dijo que la gestión internacional ha supuesto además de un reto para sus proyectos una salida distinta para el teatro que él hace. 

“No me llamaron, yo me ofrecí”, dijo. “Hice mis obras para que cupieran en una maleta y después salieron cosas… el mundo es muy grande, las posibilidades son muchas partiendo desde buscar al público, trabajar en la calle, hasta viajar por el mundo, la esencia de cualquier titiritero. Y hay que hacerlo”. 

Alfredo Payán, director de Maika Teatro, aceptó que justo este es un trabajo complicado porque “te preparan en la escuela para todo menos para ser titiritero”. 

“Pero creo que en ese sentido estar unidos es un buen paliativo, es importante y por eso me gustan tanto los festivales, por cómo propician el intercambio, la posibilidad de aprender de los colegas, no nos hacemos ricos con esto, así que hay que buscar maneras de mantenerte y hacer reales nuestras ideas, eso también te mueve hacia adelante”. 

La productora Jaqueline Montiel, de la compañía Teatro que Late con ocho años de trayectoria, dijo que una gran motivación para ella han sido los casos de éxito que hay en la ciudad como los de la compañía Luna Morena y sus producciones. 

“Así como los titiriteros, en la escuela tampoco se forman ni se preparan los productores, hay muy pocos que se dedican al teatro y menos a los títeres en la ciudad”, contó. “Es un área que no se explota tanto y que tienes que aprender con los golpes de realidad de la vida”. 

A pesar de eso, quedó claro, el amor por el arte y por esos personajes que nacen y reviven cada día a través de sus manos y que dejan marcados por los pocos o muchos que los disfrutan, hace que todo valga la pena y que sigan, por ejemplo, los festejos dedicados a este noble oficio.

Para hoy

No te pierdas el Match de títeres en el Teatro Alarife Martín Casillas, a las 17:45 horas, con la presentación de cinco compañías. Y en el Centro Cultural Oblatos habrá función de la obra No tocar, para niños y adolescentes. La entrada es libre en ambos sitios

da/i